El presidente de la Federación Económica del Chaco (Fechaco), José Luis Cramazzi, celebró la decisión del Gobierno provincial de iniciar, a través de la Resolución N° 492 del Ministerio de la Producción, el camino de la reapertura gradual de algunas actividades comerciales que debieron paralizarse por la pandemia de coronavirus. "No volver al trabajo iba a generar un cementerio de pymes", en la provincia", consideró.
El referente del sector empresarial remarcó que esta disposición es fruto del trabajo en conjunto de la Federación con todas las Cámaras, especial con la de Resistencia, con el Ejecutivo provincial teniendo en cuenta que en el interior, como consecuencia de la falta de casos positivos "era otra la realidad que se vivía en el comercio".
Cramazzi remarcó que en la capital provincial, la situación "estaba muy complicada", no sólo desde el punto de vista de propietario, sino además desde la perspectiva de los empleados que "ven peligrar su trabajo", con casi 70 días de comercios cerrados.
"Nosotros veníamos planteando una reapertura gradual, con todos los protocolos y las medidas sanitarias correspondientes, en distintos rubros en que se puede manejar el número de personas que ingresan al local, teniendo en cuenta que los hipermecados, por ejemplo, tienen sus puertas abiertas", argumentó.
Para el titular de la Fechaco el escenario anterior implicaba una "competencia desleal", que además ahogaba a los comerciantes del mircrocentro que "es la gente que más viene tributando a nivel provincial y tiene todo en regla". Son quienes están al alcance de los controles provinciales y municipales, "a diferencia de lo que pasa en la periferia", evaluó.
"Por suerte pudimos destrabar esto, en esta semana de prueba, aun sabiendo que las ventas no son lo que eran antes, pero la actividad, por mínima que sea ayuda y además permite al comerciante estar ocupado", consideró.
La llegada del mes de junio implica una exigencia extra para todos los rubros de la actividad económica, al vencer la primera cuota del Salario Anual Complementario (SAC) que se liquida con posterioridad a los salarios de mayo. Este año, pandemia mediante, afrontar el pago de este concepto será casi una misión imposible. "Verdaderamente, va a costar muchísimo pagar el aguinaldo", anticipó Cramazzi y detalló: "La mínima parte podrá abonarlo pero otra no lo va a poder afrontar por la falta de actividad de los últimos meses, que además tiene el arrastre de antes de la pandemia donde hubo caídas en las ventas, inflación y una serie de fenómenos adversos para la actividad comercial".
De todas maneras, el empresario resaltó que a pesar de lo complejo de la coyuntura, "hay que ver para adelante, apostar para que la gente se cuide, que haya menos contagiados y que se ataquen los focos para que el virus no se disemine por la ciudad: todos tenemos que comprometernos para cumplir este objetivo", dijo.