El estudio de Coninagro señala que la yerba tiene los precios de la materia prima por debajo de la inflación, justamente la discusión central que mantienen los productores sobre cómo recuperar competitividad con un mercado desregulado. Antes de la devaluación de diciembre, la yerba tenía un precio de casi 60 centavos de dólar oficial. Ahora está a 0,25 centavos, una diferencia difícil de recuperar sin el funcionamiento del Instituto Nacional de la Yerba Mate, que técnicamente fue alcanzado por el DNU, aunque ahora los funcionarios del Gobierno nacional aseguran que puede seguir fijando precios hasta que se reglamente el decreto presidencial.
El último informe estadístico del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) terminó por confirmar que la tarea realizada para satisfacer la demanda de los consumidores fue exitosa: durante 2023 las ventas de yerba mate elaborada totalizaron 325.121.576 kilos, alcanzando así un récord histórico para esta economía regional.
A pesar de un contexto climático desfavorable que complicó la cosecha y una caída en la demanda de varios productos de la canasta familiar, la yerba mate se mantuvo firme y cerró el año pasado con una suba del 3,49 por ciento. La salida de molino hacia el mercado interno fue de 285.430.373 kilos (casi diez millones de kilos más que en 2022). En todo 2022 el mercado interno demandó 275.809.497 kilos.
Algo similar ocurrió con las exportaciones, donde las diversas acciones realizadas para consolidar la presencia de la yerba mate argentina en el exigente mercado internacional lograron que los embarques sumen otros 39.691.203 kilos, con una leve contracción en comparación con 2022, cuando se exportaron 40.304.006 kilos.