Luego de que a fines de la semana pasada el Paraná marcara 2,2 en Puerto Barranqueras, Claudio Westtein -presidente de Sameep-, se refirió en medios radiales a la difícil situación que atraviesa la producción de agua potable y la catalogó de “extrema”. Debido a esto, informó que la entidad decidió "disminuir el suministro de agua potable que se envía al Gran Resistencia y al primer y segundo acueducto" y pidió "hacer un uso racional".
En esa misma línea, el funcionario pidió a los usuarios que limitaran su consumo a lo referido a alimentación y aseo, y enfatizó que no debe ser utilizada para "regar veredas, no para regar las plantas o para lavar autos, porque es ahí donde se genera un derroche más que importante cuando se deja la canilla abierta".
Cabe destacar que más allá de la bajante del Paraná, la complicación de esta situación se ha profundizado por la falta de perspectivas de lluvias en el corto plazo. Otro factor que contribuyó a la problemática, fue el aporte de caudal de los ríos chaqueños Negro y Tragadero, afluentes del Paraná, que según Westtein provocaron "el aumento de la salinidad y color, producto de los aportes de las napas y materia orgánica".
Por último, el presidente de Sameep señaló que este escenario "evidencia que debemos trabajar de manera responsable y entender la gravedad de lo que está sucediendo con el cambio climáticos y que debemos trabajar en conjunto".
(Agencia Télam)