“Tras largas conversaciones, Argentina y el FMI han llegado recientemente a un acuerdo que aplaza las decisiones difíciles hasta después de las elecciones”, recordó el equipo de economistas que dirige Robin Brooks.
En medio de las precarias condiciones económicas y el pobre historial de las encuestas, las próximas elecciones primarias (PASO) son, por tanto, críticas, exacerbando o aliviando las tensiones dependiendo del resultado”, aclaran.
En esta ocasión, el escenario base del IIF (con un 50% de probabilidad) es que “a la oposición le vaya mejor de lo esperado, elevando la confianza del sector privado”.
Sin embargo, dada la incertidumbre preelectoral, el IIF agregó dos escenarios alternativos:
-”Una victoria de la oposición mucho mayor de lo esperado (probabilidad del 30%), que mejore bruscamente la confianza de los mercados”.
-”Unos resultados de los candidatos oficiales mejores de lo previsto (probabilidad del 20%), que alimenten las turbulencias macroeconómicas”.
“En general, a pesar de una transición inherentemente inestable, esperamos que el resultado de las elecciones primarias alivie la expectativa de un giro político pro-mercado en 2024″, aclaró el informe.
En primer término, una victoria de la oposición mayor de lo esperado (por ejemplo, con un margen de cerca de 10 puntos porcentuales) que la sitúe al borde de la victoria en la primera vuelta de octubre daría más margen para hacer correcciones políticas, mejorando las condiciones financieras.
Sin embargo, un telón de fondo más estable podría ayudar al candidato del partido gobernante en el período previo a las elecciones, proporcionando incentivos para impulsar el gasto preelectoral a riesgo de exacerbar los desequilibrios actuales.
En este escenario, el déficit por cuenta corriente aumentaría a 18.000 millones de dólares (3% del PIB) debido a una compresión de las importaciones de sólo el 5% en el segundo semestre del año. De todos modos, los precios de los activos reaccionarían positivamente ante unos resultados sólidos de las facciones de derecha.
En segundo lugar, un resultado mejor de lo previsto para los candidatos oficiales alimentaría la inestabilidad en medio de políticas futuras inciertas, ya que el partido gobernante sistemáticamente ha evitado ajustes muy necesarios.
“Aunque el Gobierno tendría razones para aplicar políticas prudentes, la necesidad de ganar las elecciones, la escasa credibilidad y la depreciación exacerbada del tipo de cambio probablemente complicarían las cosas”, advirtió el IIF.
En resumen, indicaron: “Aunque esperamos una transición política volátil dados los problemas macroeconómicos, el resultado de las PASO podría mejorar la confianza del mercado, apoyada por un probable cambio de política el año próximo, mitigando el riesgo de nuevos desvíos este año”.