Con el diseño y cálculo de una Nave Industrial destinada a un secadero de té, Leonel Alejandro Senyszyn, logró recibirse de Ingeniero Civil en la Facultad de Ingeniería de la UNNE.
La propuesta del nuevo profesional está contenida en un informe escrito de más de 300 páginas, con cálculos detallados hasta el mínimo elemento de construcción que la nave y el secadero requerirán.
Como primer punto determinante del anteproyecto, Senyszyn confirma la viabilidad de la construcción de la nave. En ese sentido argumenta que se situaría en Posadas, ya que Misiones se caracteriza por grandes producciones de madera, yerba, tabaco y té.
Proyectaron su localización en el Parque Industrial de Innovación de esa ciudad, sitio destinado a la instalación de fábricas de todo tipo, por lo que un Secadero de Té funcionará adecuadamente.
Con tecnología de vanguardia y personal especializado, se calculó una producción promedio del secadero de 2,5 kilogramos de té por hora, lo cual llevaría a una producción anual aproximada de 4,8 toneladas.
Para el caso del anteproyecto, se propone utilizar biomasas residuales de la industria de la madera, fundamentalmente de los aserraderos de la zona donde se emplazará la nave. Los residuos que producen se los conoce como “chip” o astillas, resultantes del procesamiento de troncos de madera, ramas, restos de podas, hojas de los árboles y otros desperdicios. Este tipo de combustible residual se lo usará en la caldera y hornos para poder realizar la producción del té.
La planta industrial de té, en el proceso de su elaboración, producirá como residuos tanto ceniza volante como ceniza de fondo al quemar la biomasa residual de la madera. Este tipo de cenizas, dependiendo de su composición química, podrá ser reutilizada como sustituto de otro material para la elaboración de un producto final, relacionado a la ingeniería civil, por ejemplo, en la producción de ladrillos cerámicos y en la estabilización de suelos (arcillosos) para la construcción de pavimentos.
La reutilización de los residuos en los productos mencionados, traería un ingreso extra, debido a que la planta no solo generaría ganancias con la venta del té sino que también lo haría con las cenizas volantes y de fondo obtenidas como desechos del proceso de producción.