Los lotes de maíz y de girasol, de norte a sur en la provincia, están complicados, mientras se esperan las lluvias para la siembra de algodón. Por estos días se continúa con la trilla del trigo, que viene dando resultados bajos en cuanto a rindes.
La ganadería chaqueña, al igual que en el resto del país, sigue atravesando una situación complicada potenciada en la provincia por el cuarto año de sequía, las cotizaciones retrasadas y la incertidumbre generada por la crisis económica de los últimos años.
El poder adquisitivo que tampoco acompaña a los porcentajes de inflación provocaron una disminución en los números de la faena que está un diez por ciento por debajo del año pasado.
La retracción también tiene el adicional de que el productor no tiene claro si vender o no. "Los ganaderos están alertas, sobre todo en estos periodos de incertidumbre, sin saber qué hacer, si vender o no, porque además no llueve y los campos están pelados", refiere a Norte Rural, Eduardo Carrara, presidente de la Cámara de Frigoríficos del Chaco. El otro tema es que "si venden no pueden reponer". Y, según lo entienden desde el sector, "el sector productivo, sobre todo el ganadero, está atravesando la peor crisis en los últimos años",
"Nunca estuvimos tan desorientados como ahora y ojalá pase rápido todo porque los que estamos en el rubro productivo lo único que sabemos es trabajar y necesitamos de políticas para que podamos seguir haciendo lo que sabemos hacer", analiza. "El productor no sabe especular, el productor sabe trabajar y la verdad que trabajar en un contexto especulativo como el que atravesamos actualmente es sumamente difícil", destaca finalmente el empresario cárnico y también productor ganadero.