Esto implica contar con personas que cuenten con una variedad de perspectivas, culturas y experiencias. De esta manera, se podrán reunir para innovar y trabajar en equipo hacia un objetivo común.
Aunque las empresas se esfuerzan por ser más diversas, las estadísticas muestran que lograrlo no es tan fácil como desearlo. Adecco Argentina, filial de la empresa líder en el mundo en consultoría integral en Recursos Humanos, comparte cuatro maneras de hacer que el equipo de trabajo sea más diverso e inclusivo.
Comprender las diferencias entre diversidad e inclusión
“Diversidad” e “inclusión” a veces se usan para expresar la necesidad de reflejar más a la sociedad en su conjunto y, aunque se complementan entre sí, en realidad son dos cosas diferentes.
La diversidad, en su forma más básica, significa incorporar personas de culturas, religiones, capacidades, antecedentes socioeconómicos, edades y géneros distintos. La inclusión va un paso más allá: significa hacer que todas las personas sientan que las diferentes perspectivas son bienvenidas y respetadas, y que tienen el mismo acceso a las oportunidades para contribuir al éxito de la organización. Habría que pensar en la diversidad como el “qué” y en la inclusión como el “cómo”.
Analizar la cultura y el entorno de la empresa
Para definir dónde se necesitan cambios, se pueden analizar ciertas señales para saber si (intencionalmente o no) se está excluyendo a una variedad de empleados. Elaborar preguntas acerca del modo de trabajo día a día sirve como ayuda.
Por ejemplo: ¿es común que las personas realicen una cantidad significativa de trabajo fuera del horario estándar? Eso podría excluir a padres o cuidadores. ¿Proporcionamos espacios privados para los empleados que necesitan lugares tranquilos para atender sus asuntos personales durante los descansos?
Adoptar un modelo de lugar de trabajo inclusivo
Cuando los empleados sienten que necesitan ocultar una parte esencial de sí mismos porque temen no “encajar”, eso lleva a una baja moral y a una alta rotación.
Una forma de hacer que las personas se sientan más seguras es celebrar las diferentes prácticas culturales y religiosas. Muchas organizaciones ya han tomado medidas para hacer que las fiestas navideñas tradicionales sean más inclusivas. Implica simplemente incluir otros días festivos que podrían ser importantes para los miembros de la empresa. No tiene por qué limitarse a fiestas religiosas.
Asegurar que los líderes sean ejemplo de comportamiento inclusivo
En cualquier organización, el tono del trabajo diario lo define la alta dirección. Por eso, hay que analizar a los ejecutivos de la organización. ¿Hay un desequilibrio de género en el comité de dirección? ¿Provienen de diferentes lugares? ¿Qué tipo de equipos están formando nuestros ejecutivos? ¿Reflejan también la diversidad en el lugar de trabajo? Si se ven demasiado iguales, entonces hay que empezar a cambiar. No hay necesidad de despedir a miembros valiosos. Pero sí de asegurarse de que los ejecutivos están capacitados en diversidad e inclusión, y que sean conscientes de que es una prioridad estratégica de la compañía.
No hay un punto perfecto para que una empresa sea “lo suficientemente diversa” o “lo suficientemente inclusiva”. Es un objetivo que requiere trabajo continuo.