Cerraron el portal Carambola, uno de los 10 que se utilizan para ingresar al Parque Nacional Iberá, debido a los focos ígneos que se presentan en la zona. Se estima que ya se consumieron 4.000 hectáreas hasta el momento y el fuego está contenido pero no controlado.
Nuevamente aparecen los incendios en estas épocas del año y hacen rememorar lo sucedido en el 2022, con la gran devastación que dejó a lo largo del territorio correntino. Ahora, la realidad es otra y el fuego parece estar mejor controlado y el personal a cargo de evitar la propagación de los focos se encuentra más equipado y cuenta con mayor conocimiento del caso.
El cierre del portal, uno de los más atractivos para el turismo, se da en un contexto de sequía, incendios y falta de agua en las lagunas de la zona. El fuego se inició en zonas aledañas el 12 de diciembre y se extendió al portal.
“En la zona hay mucho humo y hay fuego junto a la seca en toda la zona. La sequía hizo estragos, para lo único que está habilitado era para paseo de kayak, pero igualmente hay poca agua. Los avistajes en lancha ya no se hacen por ese motivo”, aseguró Vicente Fraga, director de Parques y Reservas.
“En este momento es peligroso y las condiciones no están dadas, hay que prevenir antes de curar, como dice un refrán, igualmente hay que aclarar que es momentáneo porque ni bien pasa el fuego se habilitará de nuevo, por lo menos para los recorridos en kayak”, comentó a El Litoral.
En ese sentido, indicó que la cuestión es complicada y que, por el momento, lo que sucede es impredecible tanto por el fuego, que por el viento puede cambiar su rumbo, como por la lluvia.
El portal Carambola fue uno de los más afectados por los incendios de principios de 2022. También lo fue el portal Galarza, que quedó reducido prácticamente a cenizas. Las lluvias posteriores, y un sostenido trabajo de reconstrucción intentan, desde abril y mayo del año pasado, devolverle el perfil natural a toda la zona, pero la sequía no cesa y el fuego ahora amenaza de nuevo.