En la búsqueda de una diversificación productiva que permita aprovechar las bondades de la tierra y darle un destino eficiente al negocio, en Corrientes se potenció en la última década la producción de arándanos, una fruta no muy consumida ni conocida en esta parte del país pero muy demandada en el primer mundo. Con las primeras grandes cosechas recién obtenidas en el último lustro, la producción arandanera fue en alza y actualmente superan las 200 hectáreas distribuidas a campo y bajo cobertura.
Hace unos años, escuchar el término arándanos remitía a series o películas norteamericanas y algunas europeas, o bien a tiras animadas en las que eran destacados como sabrosos dulces. Y mientras la producción ya avanzaba en Corrientes, una firma láctea se animó a sacar al mercado el primer yogur con sabor a arándanos. No se puede decir si la movida fue acertada o no, pero sí que se consumía a la par de otros sabores y, por curiosidad o no, la fruta y su sabor se fueron imponiendo.
En la provincia de Corrientes se encuentran 8 establecimientos productores distribuidos en los departamentos de Bella Vista, Concepción, Santo Tomé, San Roque, Mburucuyá y Empedrado. La superficie de producción es hoy de 200 hectáreas distribuidas a campo y bajo cobertura, este último ubicado en la zona de Virasoro, en septiembre de 2015, en la jurisdicción de Gobernador Virasoro, se inauguraban 7,2 kilómetros de ripio de la ruta provincial Nº 69 del acceso al paraje Sosa Cué.
Ese momento fue el comienzo del auge de la producción de arándanos, cuya cosecha contaba con un dato mucho más novedoso y revelador: la extracción del fruto de la planta era realizado exclusivamente por mujeres. ¿El motivo?: la pequeñez de sus manos y el tratamiento más delicado a la hora de sacar y acopiar la fruta, y por ello en cada cosecha se empleaban a unas 300 recolectoras para que puedan llevar adelante el cuidadoso trabajo.
Los rendimientos promedio por hectárea son de 5.000 a 6.000 kilogramos. Los destinos de la producción son Estados Unidos, Reino Unido, Unión Europea y Asia; y se realizan por diferentes canales de comercialización como empresas exportadoras, Mercado Central y supermercados.
Esteros Azules es una empresa productora de arándanos que representa un caso exitoso en el fomento de esta actividad. Su propietario, Jorge Schein, llegó a la provincia en 2011 y empezó a plantear el campo desde cero e instaló un sistema de riego y el resto de la infraestructura necesaria, y en 2013 fue el primer año de producción. “En la Argentina el 96% se exporta y nosotros no somos la excepción: nuestros clientes son de Estados Unidos, países de la Unión Europea, Israel y China”, comentó Lía Bravo, administradora de una empresa familiar que también produce en Buenos Aires. “La producción de arándanos tiene la virtud que emplea mucho personal, se cosecha a mano y llegamos a emplear a 400 personas en Corrientes”, resumió en declaraciones a una publicación nacional promovida por la Provincia sobre “Corrientes productiva”.
Los arándanos tienen propiedades antioxidantes, gozan de abundantes pigmentos naturales que neutralizan la acción de los radicales libres nocivos para el organismo. También aportan gran cantidad de vitamina C, que potencia el sistema inmunológico y contribuye a reducir riesgo de contraer enfermedades. Poseen bajo valor calórico y son una importante fuente de minerales y ácidos orgánicos como K, Fe, Ca y Mg, entre otros.
En la provincia de Corrientes, es una producción que viene en aumento. Cuenta actualmente con más hectáreas y la cosecha se realiza de septiembre hasta enero, momento en los que el hemisferio norte se queda sin oferta. De esta forma se aprovecha la oferta de contraestación, siendo los principales destinos Estados Unidos, Unión Europea, Reino Unido, Asia y un pequeño porcentaje a mercado interno.