La primera persona en utilizar el término fue la periodista Ellen C.Scott, en su boletín Working on Purpose. Allí estableció que el cronotrabajo consiste en ajustar los horarios de trabajo al ritmo del individuo y a sus momentos óptimos de productividad, en lugar de imponer el modelo tradicional de 9 a 18hs. De esta manera, permite a los empleados elegir horarios que coincidan con sus "cronotipos" personales: el momento natural en el que sus cuerpos quieren dormir y el momento natural en el que tengan más energía.
Este enfoque responde a una demanda creciente entre los trabajadores actuales. Según una encuesta realizada por Randstad en Argentina, el 35% de los consultados confirmó haber renunciado a un trabajo debido a la falta de flexibilidad en las condiciones laborales. En este sentido, el método del cronotrabajo no solo responde a las necesidades de los colaboradores sino que también impacta positivamente en el negocio al mejorar la retención del talento e impulsar la productividad y el bienestar en el lugar de trabajo.
Más allá de las contribuciones positivas, la implementación del cronotrabajo puede resultar desafiante para los líderes empresariales. La complejidad del sistema, equipos grandes y con diferentes husos horarios o incluso la falta de compromiso con las tareas son algunos ejemplos de las dificultades que puede generar el uso de esta metodología.
Sin embargo, la guía de un coach certificado por organizaciones como la Federación Internacional del Coaching (ICF por sus siglas en inglés) puede ayudar a hacer esta transición más sencilla. Según la organización, la contratación de un coach puede guiar a los líderes corporativos para:
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Aumentar el compromiso del equipo con el trabajo y la empresa.
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Ayudar a definir, a nivel grupal e individual, qué se quiere lograr y por qué.
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Aprender a gestionar sus tiempos para alcanzar las metas grupales sin afectar los personales.
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Mejorar la comunicación entre los miembros del equipo.
En definitiva, está claro que la flexibilidad laboral es una necesidad para los colaboradores actuales y en este contexto el cronotrabajo se perfila como una metodología de trabajo benéfica para las organizaciones. Para las empresas, contar con la asesoría de un coach profesional puede facilitar la transición hacia este modelo, ayudando a los líderes a gestionar equipos distribuidos de manera efectiva y a fomentar una cultura organizacional que valore la autonomía y la responsabilidad en la gestión del tiempo.