Este sistema se caracteriza por el uso de vigas metálicas y paredes compuestas por placas cementicias externas y de yeso internas, con aislantes de lana de vidrio o mineral entre ellas, ofreciendo así una combinación de resistencia y aislamiento térmico y acústico.
El steel framing se convirtió en una opción popular, especialmente entre aquellos que optan por vivir en áreas apartadas de las grandes ciudades o que buscan ampliar sus hogares de manera eficiente y rápida. Con costos inferiores a la construcción tradicional, este sistema se presenta como una alternativa viable y competitiva.
Una de las principales ventajas del steel framing es la rapidez en la ejecución. Desde la CAA explican que este sistema permite tiempos de ejecución 40% más bajos que la construcción tradicional. Así, una casa llave en mano de 200 metros cuadrados puede estar lista en un período de 4 a 6 meses, con un equipo de aproximadamente 12 personas durante todo el proceso de instalación.
Esta rapidez ha captado la atención de un segmento específico del mercado, conocido como la «casa joven», compuesto por personas menores de 35 años que buscan una vivienda propia de forma rápida y sin fluctuaciones en los costos.
El modelo flexible del steel framing permite comenzar con un diseño básico que incluye un living, cocina, baño y un dormitorio, y posteriormente añadir otros dormitorios, un lavadero y otras dependencias según las necesidades. Esta adaptabilidad es una de las características más valoradas por los propietarios, ya que les permite ajustar su hogar a lo largo del tiempo sin grandes complicaciones.
A medida que más personas descubren los beneficios del steel framing, es probable que su popularidad siga en aumento, consolidándose como una opción preferida tanto en áreas urbanas como rurales. La combinación de innovación, eficiencia y sostenibilidad que ofrece este sistema promete seguir transformando el panorama de la construcción en Argentina en los años por venir.