Con más de seis décadas de trayectoria, la empresa arrocera Mantulak se consolidó como uno de los actores relevantes del sector agroindustrial del NEA. Su operación abarca dos provincias: cultiva más de 1.200 hectáreas en el norte de Corrientes y procesa la totalidad de su producción en su planta industrial ubicada en Posadas. Allí elabora y envasa más de un millón de kilos de arroz por año, que abastecen al mercado interno de la provincia.
La producción primaria se concentra en dos unidades agrícolas en la zona de San Carlos, Corrientes, donde se cultivan las variedades Largo Fino (la más demandada en Argentina) y Fortuna, de grano más grande y textura cremosa. En condiciones climáticas normales, el rendimiento por hectárea puede superar los 9.000 kilos para el Largo Fino y los 5.500 para Fortuna, aunque la variabilidad del clima sigue siendo un factor de riesgo relevante.
En paralelo a la producción tradicional, la empresa explora activamente la diversificación hacia variedades especiales, como el Yamaní y el Carnaroli, con potencial de desarrollo tanto en el mercado nacional como en nichos gastronómicos y de exportación. Aunque su consumo aún es bajo en Argentina, estas variedades comienzan a ganar espacio en consumidores que priorizan calidad y valor nutricional.
Capacidad industrial instalada y demanda insatisfecha
El arroz producido se traslada a la planta procesadora ubicada sobre la Ruta Nacional 12, en las afueras de Posadas, donde se clasifica, pule y envasa bajo la marca Mantulak, presente en la mayoría de supermercados y comercios locales. La empresa señala que la capacidad industrial instalada permite un mayor volumen de procesamiento, pero por el momento no logra ampliar la producción agrícola para responder a la demanda creciente.
En ese sentido, la principal limitación no es tecnológica ni industrial, sino productiva. Ampliar la superficie cultivada, optimizar rendimientos y diversificar el portfolio varietal son las claves de la estrategia para los próximos años.
Perspectiva regional y agregado de valor
El caso de Mantulak ejemplifica un modelo agroindustrial que genera valor agregado en origen, integrando producción primaria en Corrientes con procesamiento y comercialización desde Misiones. Esta articulación entre provincias del NEA permite aprovechar las ventajas comparativas del suelo correntino para el cultivo arrocero y la infraestructura urbana y logística de Posadas para la industrialización y distribución.
En un contexto donde el sector agroalimentario argentino busca eficiencia, trazabilidad y diferenciación, empresas como Mantulak muestran que la escala familiar no es un obstáculo para competir, siempre que haya visión productiva, integración regional y capacidad de adaptación a las nuevas demandas del mercado.