Yerba mate Yuruhé, una marca antigua y definida como un producto muy bueno al paladar, es propiedad de Miguel Petruszynski, quien sostuvo una entrevista con Economis en dónde comentó sobre este nuevo emprendimiento de las cápsulas. Este es un trabajo que vienen haciendo junto a su amigo y ahora socio, Fabián Bremen hace más de un año y medio. Tras prueba y error, supieron encontrar el equilibrio justo para plasmar el proyecto.
Para esto, fabricaron una máquina especial para moler la hoja en una granulometría especial para que tenga mayor superficie de contacto y que en 3 gramos de hoja de yerba pueda salir un producto cómo el que está saliendo al mercado. Aparte de hacer una molienda especial, también se aspira el polvo, por eso el producto es una infusión de yerba mate que en 12 segundos (qué es lo que tarda en procesar la máquina en 110 ml), se puede disfrutar este producto de alta calidad.
El procesamiento de la yerba se hace en Villa Bonita, Campo Ramón, el encapsulado se hace en Mar del Plata y el empaquetado final en Posadas. Es todo un trabajo logístico que exige un gran compromiso.
El producto terminado se presentó en Palermo, en Camino y Sabores. A partir de ahí se produjo la primera venta con la empresa Multi Express, que es dónde se puede encontrar el producto en cualquiera de sus cuatro sucursales.
En la entrevista hecha por Economía, Miguel afirma que están convencidos de que este “es un producto para un nivel de gente que tiene un poder adquisitivo positivo, no digo acomodado pero suficiente y está pensado para la exportación, donde el producto nuestro está bien calificado”.
Las cápsulas de yerba mate no se fabrican en otro lado del mundo, ni siquiera en India, China, Europa o Estados Unidos. Es un producto totalmente innovador y con un concepto diferente.
El siguiente paso para este emprendedor es el de crear un licor de yerba mate. Un licor fino de 16-18 grados alcohólico.
En conjunto con este proyecto, Miguel y su equipo vienen trabajando en un planta de reciclaje de residuos industriales sólidos y líquidos, no tóxicos en la localidad de Wanda.