Actualmente, Techocaucho produce 80 baldes por día y vende 1.800 mensuales, con alcance nacional y primeras consultas desde el exterior. Con sede en Santa Fe, es la única fábrica de este tipo en la provincia y opera bajo un modelo ágil: venta directa a través de Mercado Libre y redes sociales, además de una red de distribuidores en cinco provincias.
El emprendimiento es liderado por padre e hija: Insaurralde se enfoca en el desarrollo técnico y Micaela en la comunicación, canales digitales y expansión comercial. Gracias a su estrategia, el producto ha llegado a constructoras, techistas y usuarios particulares que lo utilizan incluso en aplicaciones no previstas originalmente, como cañerías, tanques fisurados o estructuras metálicas expuestas a niebla salina.
Con la mirada puesta en seguir escalando, los próximos pasos incluyen separar la fábrica del área administrativa y desarrollar nuevos productos como Pisocaucho, un revestimiento para pisos. El caso de Techocaucho demuestra cómo un emprendimiento familiar con base técnica y visión comercial puede generar innovación real en un mercado tradicional, transformando una necesidad cotidiana en un negocio escalable y con proyección internacional.