Ya la semana anterior desde el gremio de empleados gastronómicos se alertó que las mayores restricciones en otras localidades estaban haciendo caer las visitas a Misiones. Y que todavía había empleados gastronómicos que no habían podido recuperar sus empleos por la baja actividad. “Nos preocupa mucho porque si hay una reducción horaria en la atención repercute en la actividad y en los empleos de los gastronómicos”, comentó días atrás Antonio Acosta secretario general de Uthgra en Posadas.
En tanto Gustavo Alvarenga, presidente de la Asociación Misionera de Hoteles Bares y Restaurantes (Amhbra) explicó que la situación sanitaria del país ya afecta a la ocupación de hoteles locales. Pero de haber alguna restricción también se afectaría al sector gastronómico.
En general desde el sector gastronómico posadeño se coincide en defender la actividad en recuperación de los últimos meses, con cupos de público y vigilancia a los cuidados sanitarios. “La gastronomía viene funcionando muy bien aquí, no tenemos nada que ver con Buenos Aires. Estamos trabajando de forma correcta respetando cuidados y horarios, manteniendo empleos. La economía no resiste que paremos, esperamos que desde el Gobierno sepan entender nuestra situación y nos cuiden”, comentó ayer un empresario gastronómico local.
En los últimos días se vio una merma de actividad que refleja la incertidumbre que se transmite con los posibles controles a implementar. La mayor apertura que hay en Misiones es muy valiosa para el sector, a pesar de la mayor actividad, la demanda depende de las zonas y sus públicos por la ciudad.
Pensar en un cierre del sector sería altamente perjudicial, aún más si no hay políticas de subsidios. Las tomadas el año pasado durante la cuarentena estricta fueron casi nulas, solo se realizó un pequeño aporte en los salarios de los trabajadores, los gastos y pérdidas fueron afrontadas por los propietarios de los locales gastronómicos, comentó un empresario gastronómico.