“Si todo sigue así, enero y febrero van a cerrar con valores aceptables. Y si en marzo comienzan las clases presenciales, el 2021 tendrá otro color”, graficó, Martín Giménez. Así, ponderó que las ventas en este primer mes del año estuvieron “por encima de las expectativas” del sector. Y, en esa línea, estimó que febrero se presentará igual en comparación con el mismo mes de otros años.
“Mucha gente no se fue de vacaciones o, si lo hicieron, es por pocos días o cerca de aquí. Esto genera un movimiento que, a mi entender, en estas semanas es superior a lo esperado para un mes como enero”, fundamentó.
En diálogo con Agencia Foco, el dirigente explicó que, por lo general, el mes de enero se presenta “muy tranquilo y con bajas ventas minoristas” por no ser Resistencia una ciudad receptora de turismo en verano. Sin embargo, este enero de 2021 superó expectativas, siempre poniendo en contexto con el año anterior y la recesión de la actividad económica que generó una caída en torno al 15% en las ventas minoristas.
Giménez recordó que, desde octubre de 2020, el comercio en general logró “un repunte interesante” que se extendió hasta el final del año “siempre teniendo en cuenta el escenario general de pandemia y de los meses en que los negocios permanecieron cerrados”. “En diciembre hubo un repunte y mucho movimiento”, destacó.
Para el titular de la entidad mercantil local, el mes bisagra será marzo con el inicio de clases y cuando en realidad empiece el fuerte de la actividad comercial del año.
“El factor clave es si empiezan las clases presenciales. Aunque sean en modalidad reducida, eso generará un impulso al consumo”, señaló, mientras recordó que el año pasado en ese mes las ventas escolares “se cortaron muy pronto porque empezó la cuarentena”.
“Si realmente empiezan las clases presenciales será una muy buena señal y disparará las ventas de rubros que la pasaron muy mal en 2020”, indicó Gimenez, mencionando principalmente a librería e indumentaria para chicos.
Por último, resaltó que “la vuelta a clases no sólo derrama sobre rubros específicos, que son cinco o seis, sino en el comercio en general, porque el centro recibe ventas de gente que va a comprar un uniforme escolar y pasa por la chipacería o compra indumentaria para el papá o la mamá”.