María Paula, representante de "Poppies", un stand dedicado a la confección textil sustentable, compartió su entusiasmo: "Estamos muy contentos con la respuesta del público. Es nuestra primera vez en una feria tan grande y estamos disfrutando cada momento". Poppies es un emprendimiento de confección textil para decoración, para uso personal: "tratamos de hacer las cosas un poco sustentables también, de varios usos y no de un uso descartable, con telas, con manteles, repasadores, servilletas, bolsas, portabolsas (para guardar bolsitas), de todo un poco para la casa, para el uso personal en textiles", explicó.
Las expectativas para los próximos días son altas, especialmente durante los fines de semana cuando se espera una mayor afluencia de visitantes. "Apoyados por amigos y familiares, nos mantenemos abiertos desde las 10 de la mañana hasta casi las 10 de la noche", dijo José, un emprendedor llegado desde Baradero, Buenos Aires. "Es nuestra segunda participación, ya estuvimos en la Bienal anterior, y bueno, acá estamos de nuevo. De día está tranquilo, la gente pasea, va mirando precios, busca para comer, y después empieza con una comprita de regalos, recuerdos", señaló.
Además de los productos y la oferta cultural, los emprendedores elogiaron la organización del evento. "Está todo muy bien armado por la Fundación Urunday", comentó María Paula, reflejando el ambiente positivo entre los participantes.
Con la promesa de más días por delante, la Bienal continúa siendo un punto de encuentro clave para los artistas, comerciantes y visitantes que buscan disfrutar del arte y la creatividad en el corazón de Resistencia.