Así lo indica un comunicado de la Jefatura de Gabinete, que precisa que esa política fue impulsada hoy en la Casa Rosada en una reunión que encabezó su titular, Juan Manzur, en la que se analizó el impulso de una línea de inversiones que permita el incremento de las exportaciones de agroalimentos como herramienta para potenciar el desarrollo regional.
La iniciativa consiste en 21 proyectos de ampliación de la superficie irrigada que abarcan a 12 provincias (Buenos Aires, Catamarca, Chubut, Corrientes, Entre Ríos, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán).
"Su desarrollo representa la posibilidad de generar más de 52 mil empleos y una proyección de incremento de la producción exportable de US$ 1.180 millones anuales a partir del segundo año. Tales proyectos incluyen la incorporación del riego integral de 400.000 hectáreas y la habilitación de otras 600.000 hectáreas para la producción ganadera", apunta el comunicado oficial.
Agrega que "la oportunidad de llevar adelante dichas iniciativas no sólo implica beneficios económicos y productivos, sino que permite generar mejores condiciones para fomentar el arraigo y el desarrollo de las comunidades rurales".
Al respecto, el titular de la cartera de Agricultura, Ganadería y Pesca, Julián Domínguez, expresó: “Desde comienzo de año venimos trabajando con el tema de la emergencia hídrica, con un especial hincapié en la readecuación presupuestaria, con el objetivo de cumplir las metas de asistencia a las provincias y a los productores afectados por la sequía”.
Domínguez analizó los programas proyectados para el sector agrícola: “El desarrollo de la biotecnología para lograr mayor productividad y acompañar con los instrumentos de emergencia a los productores, consiste básicamente en la recomposición del capital de trabajo; a lo largo de todo el país y de forma inmediata”, dijo.
Para la elaboración de esta iniciativa, se explicó, se utilizó como insumo un estudio sobre ampliación de las áreas de riego en la Argentina que elaboró la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en los años 2014 y 2015, y en ese trabajo quedaron señaladas un conjunto de áreas a desarrollar que permitirían llegar a las 2 millones de hectáreas adicionales bajo riego.