Las transferencias discrecionales son envíos de fondos que realiza el Estado Nacional a las provincias que, a diferencia de la coparticipación y esquemas de reparto automáticos, no están atadas a un régimen preestablecido y se realizan a voluntad política del funcionario de turno, más allá de que en algunos casos se prevea los envíos para algún objetivo determinado.
La consultora Politikon Chaco realizó un informe sobre este tema, en el cual menciona que dentro de los envíos no automáticos o discrecionales, encontramos fondos de diferente naturaleza: recursos para el desarrollo de programas educativos, de salud y obra pública; recursos de Anses para financiar déficit de las cajas previsionales provinciales no transferidas; fondos para el desarrollo de parques industriales o fomentos; recursos para el Fondo Nacional de Incentivo Docente, entre otros, que suelen estar determinados en el presupuesto nacional (independientemente que después se cumpla con lo pactado en ese texto). Pero también, encontramos otros fondos que son de libre disponibilidad y que tienden a ser ayudas financieras a desequilibrios de las cajas provinciales: entre estos, están los famosos Aportes de Tesoro Nacional (ATN) como también la Asistencia a Provincias vía desembolsos no reintegrables.
Por ende, las transferencias discrecionales tienen naturalezas distintas en función de su objetivo, fin específico y razón que explica el fondeo, pero tienen a la vez una misma raíz de origen: el gobierno de turno debe aprobar y autorizar esa partida a ser enviada, no como con los recursos automáticos que se realiza, justamente, de manera automática con goteo diario realizado por el Banco Nación a cada distrito.
En ese marco, en la provincia del Chaco las transferencias discrecionales durante el 2022 representaron el 6,9% de los ingresos totales que tuvo la provincia; en el parcial enero-junio de 2023, representan el 8,0%.
En el plano nacional se ve que el Chaco tiene uno de los mayores niveles de participación de las transferencias discrecionales entre las 24 jurisdicciones: tomando el primer semestre 2023, las provincias con mayor grado de discrecionales sobre ingresos totales fueron La Rioja (12,5%), Santiago del Estero (9,4%), Buenos Aires (8,1%), Chaco (8,0%) y Misiones (7,8%). Por el contrario, en CABA (1,9%), Chubut (1,6%) y Neuquén (1,3%) se observan los menores niveles.
Según el análisis de Politikon Chaco, los dos puntos que concentran el mayor volumen de fondos dentro de las discrecionales corresponden a programas que, a priori, no deberían ser sujetos a recorte: para el Fondo Nacional de Incentivo Docente llegaron $ 10.352 millones y para el Financiamiento del Déficit de la Caja Previsional chaqueña otros $ 7.104 millones. En el primer caso, se trata de una ley nacional y no puede cortarse, aunque podría sufrir recortes reales ante avance inflacionario. En el segundo caso, se trata de un punto altamente conflictivo ya que la Anses suele demorar o retener total o parcialmente pagos por ese concepto e, incluso, hay provincias que al día de la fecha tienen judicializada esta situación.
En volumen, durante el 2023 el tercer punto de mayor envío de fondos fue para Desarrollo de Obras de Infraestructura Hídrica, siendo este un programa financiado por el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), por lo cual la duda es que si el gobierno nacional sostendrá esa línea de crédito o la cortará, eliminando de esta forma los envíos por dicho concepto a la provincia. Para el concepto de “Obras por Transferencia para provincias y municipios” llegaron al Chaco en los once meses del año unos $ 5.603 millones, fondos que podrían ser sujeto de recorte total. Otros $ 5.034 millones llegaron por “Gestión Educativa en el nivel primario” que surge de las transferencias de las competencias de educación a las provincias, razón por lo cual podría ser un punto a recortar pero difícilmente eliminar.
A partir de aquí entramos en quizás los puntos más susceptibles a ser recortados o directamente eliminados: siguiendo el orden de transferencias por volumen, al Chaco llegaron en el período analizado unos $ 3.295 millones por Aportes del Tesoro Nacional. Los ATN, como ya se expresaron por parte del gobierno nacional, podrían ser cortados de raíz, aunque exista aún el Fondo que lo alimenta que surge de la distribución primaria de la coparticipación. Otros $ 2.633 millones llegaron por “Asistencia Financiera para ampliación y refacción edilicia”, sujetos a eliminación. Lo mismo ocurre con los $ 2.115 millones de “Desarrollo de Infraestructura Rural en Argentina”; $ 2.078 millones de “Comedores Escolares”; $ 1.729 millones de “Proyectos Focalizados- Situación de Vulnerabilidad Social”; $ 1.391 millones de “Apoyo al Desarrollo de Obras de Saneamiento y Agua Potable – PROFESA”; $ 1.297 millones de “Ejecución de Emprendimientos de Aprovisionamiento de Agua”; $ 1.230 millones por “Emergencia Social para Catástrofes o Emergencias Climáticas”; $ 1.184 millones de “Acciones para la Mejora y Desarrollo de la Infraestructura Municipal”; $ 1.181 millones de “Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios”; y otros $ 1.000 millones de “Asistencia a provincias”, un aporte no reembolsable que el Tesoro Nacional brinda a las provincias para libre disponibilidad.
Los puntos antes detallados son solo algunos de los que se pondrían en revisión y sería sujetos a recorte, pero existen otros 74 conceptos y/o programas (por $ 8.260 millones) por los que el Chaco recibió fondos durante este 2023 que también son sujeto a ser eliminados o ajustados.