A pesar de ello, Augusto aseguró que el consumo se mantiene, aunque con compras más medidas: “La gente compra por monto, te dicen probá por dos mil, probá por diez mil, hasta que les dé la tarjeta”. Esta tendencia refleja un consumidor más consciente del presupuesto y condicionado por el poder adquisitivo actual, en un contexto donde la carne aumentó entre 20 y 25 por ciento en los últimos meses.
El empresario también destacó la situación del mercado ganadero. Si bien Argentina atraviesa “una de las mejores épocas para la ganadería”, enfrenta escasez por cambios en la faena y en la operativa de los feedlots, que hoy ingresan animales más pesados. Augusto advirtió que, si continúa el impulso exportador, “el mercado interno va a tener que pagar el mismo precio que paga un exportador”, aunque confía en que se puedan aplicar medidas para mitigar el impacto.
En cuanto a la demanda, los cortes económicos como carne molida, hamburguesas y chorizos lideran el consumo, mientras que el segmento premium representa menos del cinco por ciento y se mantiene estable. Augusto destacó la calidad de la carne chaqueña: “Yo defiendo la carne chaqueña cien por ciento. Lo de carne de Santa Fe es un mito, mucha de esa carne es chaqueña”.
El empresario también señaló problemáticas que afectan al sector, como la competencia irregular y el cuatrerismo, fenómenos que ponen en riesgo tanto la salud como la economía. Reconoció el valor de los controles municipales, destacando que la bromatología de Resistencia “debe tener uno de los mejores controles del país”. Además, mencionó el histórico derrumbe del valor del cuero, que reduce los márgenes de comercialización y encarece la producción.
Finalmente, Augusto subrayó la responsabilidad social de su empresa frente a trabajadores y clientes: “Si la gente no llega a fin de mes, a mí me duele. Por eso hacemos promociones para jubilados y buscamos precios para que puedan seguir consumiendo carne”. La declaración refleja un sector que, pese a los desafíos económicos y estructurales, busca mantener la accesibilidad del producto y adaptarse a un consumidor más cauteloso.