Litoral Chipá es un emprendimiento de chipás congelados que está arrasando en el boca a boca. Una idea que surgió en la pandemia, y que en sus comienzos solo eran un ofrecimiento para amigos y familiares, y hoy en día es un emprendimiento con mucho éxito.
Las distintas propuestas que ofrece “Litoral Chipá” incluyen desde quesos y jamón crudo hasta ingredientes peruanos, como la huancaína, el arroz chaufa, el pollo a la brasa, el lomo saltado y el ceviche.
Los chipás, que son sin TACC y, por ende, aptos para celíacos, se venden congelados en diferentes medidas y presentaciones para que uno siempre tenga uno listo a mano, para comer como si estuviese recién horneado.
El chipá es una tradición tan típica del litoral argentino y de Paraguay, que las personas correntinas y misioneras sienten que es de mal gusto y hasta casi una herejía que los porteños se refieran a él como un simple “pan de queso”; que muchas veces, incluso, confunden con el scon salado.
Sin embargo, desde que los cafés de especialidad los introdujeron en su menú, se difundieron mucho más, incluso como un producto “cool”. Aclaración necesaria: los de “Litoral Chipá” no tiene nada que ver con los procesados, que pueden conseguirse en las estaciones de subte o congelados en algunos supermercados. No trabajan con esencias, ni colorantes, todos los productos son de calidad y, obviamente, hechos de forma artesanal.
El emprendimiento hoy en día despacha entre cinco y diez kilos de chipá por semana. Este mes cumplieron su primer año en uno de los momentos más fuertes de su producción: el Mundial, que hizo que los pedidos se disparen por el aire, ya que van perfecto para cualquier picada, no importa si el partido es a la mañana o a la tarde.