La propuesta se ejecutó a partir de la firma de un Convenio de colaboración entre el Ministerio de Educación de la provincia y el Municipio, que adquirió los elementos escolares con recursos propios.
“Sabemos que el apoyo a la educación es fundamental para el desarrollo de la ciudad y el crecimiento de la sociedad, por eso esto es una inversión”, explicó Martinez.
“Al momento de repartir los útiles se adoptó una forma directa y transparente, donde las autoridades municipales se acercan a los grados y entregan en mano a cada alumno y alumna que está aguardando en su banco”, detalló y aseguró que “al niño o niña que se haya ausentado, se le hace la respectiva entrega en los días posteriores gracias a un relevamiento hecho junto con los directivos de la escuela”.
Asimismo, adelantó que está planificado “ayudar a los docentes porque ellos también están pasando una situación delicada en lo que respecta a la economía”. “El objetivo es que este programa se transforme en una política pública municipal que perdure en el tiempo más allá de los colores partidarios que estén al frente de la comuna”.
La planificación se divide en dos etapas, una primera entrega se realizó a principio del año lectivo y está prevista una segunda, luego de las vacaciones de invierno. La meta es alcanzar más de 60 escuelas primarias para favorecer a casi 30 mil chicos y chicas; y se hará lo propio en otros 30 colegios secundarios para colaborar con otros 15 mil adolescentes.
Los kits de útiles escolares están compuestos por cuadernos, biromes, lápices negros, borradores, lápices de colores y fibras, y para los estudiantes secundarios se agregan reglas, escuadras, transportador y compas.