¿Cómo fueron sus comienzos? Heredero Gin nació en el 2015 del gusto de Tomás Jaime -uno de sus fundadores- por esta bebida, cuando en el país casi no existían fábricas y los importados eran muy caros o difíciles de encontrar.
Tomás, oriundo de Entre Ríos (y con muy poca experiencia en el asunto), quiso fabricar un gin nacional premium que represente a su provincia y a la región de la Mesopotamia, donde los principales ingredientes para fabricar esta receta sean productos autóctonos como el agua dulce del acuífero Guaraní y el Río Paraná, y con las mandarinas naturales de la costa del Uruguay.
“Las mandarinas las traemos de un pueblo que se llama Villa del Rosario. En ese momento no sabía nada de cómo fabricar gin; de hecho, no había estudiado nada relacionado a la elaboración de un producto alimenticio. Y me puse a investigar. En internet no había prácticamente marcas de gin hecho en la Argentina, creo que había una nada más. Hoy hay más de 400”, expresó.
Y así comenzó todo: se dirigió a comprar un libro de finanzas al Ateneo, y terminó comprando un libro sobre gin y destilados. “Leí, me informé, hasta que después de casi dos años di con la receta, con un producto más o menos estandarizado.
Al principio era muy artesanal, para consumo personal y de amigos”, comentó.
En el año 2018, se asoció con Yvonne Storey, su prima, e instalaron la planta en Paraná.
¿Proyectos? ¡Sí! Heredero Gin, comenzará a exportarse a Centroamérica (llegando primero a Panamá) y se abrirá la exportación hacia Europa (comenzando por España). En cuanto a productos, hay en la carpeta nuevas bebidas para producir como vodka orgánico, ron y gin añejo.
Además, la marca busca poder construir un nuevo espacio con el fin de convertirse en un referente para los turistas. En este lugar se podrá ver cómo se elabora el gin, se podrá hospedarse, hacer degustaciones y disfrutar de un menú variado en el restaurante.