Este programa tiene como objetivo estandarizar un sistema de etiquetado para viviendas en todo el país, clasificándolas según su eficiencia energética. Para facilitar la implementación, se llevará a cabo un curso informativo dirigido a profesionales de la construcción el próximo 13 de marzo.
El etiquetado de viviendas busca reducir el consumo energético, mejorar el confort térmico y disminuir el impacto ambiental. Conociendo la calificación energética de sus viviendas, los propietarios pueden identificar oportunidades para mejorar aspectos como aislamiento y sistemas de climatización, lo que se traduce en un menor consumo de electricidad y gas, así como en un ahorro económico. Además, las viviendas más eficientes tienen mayor valor en el mercado inmobiliario, facilitando su venta o alquiler.
Este sistema también ofrece acceso a beneficios como financiamiento y subsidios para implementar mejoras en eficiencia energética, incentivando el uso de tecnologías sostenibles. En términos ambientales, reduce la demanda de energía, contribuyendo a la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero y a la mitigación del cambio climático. Además, promueve el uso de energías renovables, como los paneles solares, lo que favorece la autosuficiencia energética y mejora la estabilidad de la red eléctrica.
La implementación del etiquetado representa un avance significativo en la concientización sobre el uso eficiente de la energía y apoya el desarrollo de viviendas más sostenibles. Con el compromiso de los municipios, bancos y profesionales del sector, esta iniciativa contribuirá a una transición hacia un modelo de construcción más eficiente, alineado con los objetivos provinciales y nacionales de desarrollo energético responsable.