Entre las operaciones recientes, se concretaron exportaciones de hilo de algodón a Paraguay y cargamentos de madera con destino a China, además de importaciones que incluyeron productos electrónicos y neumáticos. Este dinamismo refleja el avance de Barranqueras hacia su objetivo de convertirse en un nodo logístico integral para la región.
Azula subrayó que la reactivación del puerto no solo impacta positivamente en la balanza comercial provincial, sino que también representa una oportunidad de crecimiento sostenido para diversos sectores. En ese marco, se trabaja junto al Gobierno del Chaco en el mantenimiento del dragado del riacho y en obras de infraestructura que permitan ampliar la capacidad operativa de la terminal.
Aunque la administradora del puerto también abordó cuestiones políticas durante su intervención pública, el foco principal estuvo puesto en los desafíos económicos que implica sostener esta plataforma logística en un contexto nacional complejo. Su mirada apunta a una gestión centrada en eficiencia y resultados tangibles para el sector productivo.
La actividad portuaria de Barranqueras, que históricamente había perdido protagonismo, se reposiciona así como un eslabón fundamental para el comercio exterior del Chaco, con potencial de crecimiento tanto en volumen como en servicios logísticos asociados.