Staszewski reconoció que la flexibilización de las importaciones ha generado un cambio en las dinámicas comerciales, destacando la creciente llegada de productos a través de plataformas globales como Temu, Shein o AliExpress. “Hoy todo el mundo comenta lo que compró afuera”, señaló, subrayando cómo esta tendencia está afectando a la industria nacional, que enfrenta la competencia de productos importados, especialmente textiles, electrónicos y calzado, a precios significativamente más bajos.
Este fenómeno, según el dirigente, plantea un desafío para los fabricantes locales, quienes deben adaptarse a un entorno de precios cada vez más competitivos. “El comercio depende de si se adapta o no se adapta. El consumidor quiere precios bajos, pero la microeconomía está muy complicada”, advirtió, destacando la dificultad de las empresas nacionales para competir bajo estas condiciones.
Staszewski también analizó el impacto de esta situación en el consumo interno, el cual se ha visto retraído, generando complicaciones adicionales para las economías regionales. “Si no hay consumo interno, el interior está complicado, y el interior del interior, más todavía”, señaló, haciendo hincapié en la necesidad de una recuperación del mercado local para asegurar la estabilidad de las economías regionales.
El dirigente expresó su preocupación por la falta de confianza y diálogo en el ámbito político, lo que, a su juicio, agrava aún más la crisis económica. “Me preocupa la falta de diálogo. Sea cual sea el presidente, no se puede insultar al que piensa distinto. Los números después son personas que a fin de mes no cobran”, subrayó, reflexionando sobre cómo la falta de acuerdos políticos afecta la vida cotidiana de los argentinos.
En cuanto al futuro económico, Staszewski enfatizó la importancia de una planificación a largo plazo y reglas claras que permitan atraer inversiones. “Hay que dejar un poco el juego de la macroeconomía y las ATN, y concentrarse en lo concreto: que vengan empresarios, que inviertan y que la gente consuma”, expresó, destacando que el crecimiento de cualquier nación depende de su capacidad para integrarse al mercado global.
Finalmente, advirtió sobre la competencia desleal que genera el comercio electrónico transnacional, mencionando que productos importados que ingresan sin pagar impuestos complican la competitividad de los comercios minoristas locales. “Una heladera en un comercio puede costar 500 mil pesos, pero por Marketplace se consigue a 300 mil y te la traen a la puerta”, concluyó, resaltando la necesidad de un marco normativo que regule el comercio online y proteja a los negocios nacionales.
Este análisis refleja los retos actuales del comercio exterior argentino y la urgencia de políticas públicas que equilibren la apertura de importaciones con el fortalecimiento de la industria y el consumo interno.