Desde hace un tiempo, al sector foresto industrial lo empezaron a denominar como “la vaca verde” por su capacidad para generar dólares. En estos días, en el mundo, sostienen que la madera es el nuevo bitcoin, porque su precio se disparó hasta un 350% en los mercados financieros.
Construcción o partes de madera en las viviendas, más la explosión de la industria del cartón y derivados para empaque, representan algunos de los aspectos que llevan al aumento del precio de la madera y el papel en todo el mundo.
“Por ello, las madereras están a full desde hace más de un año. Estoy convencido que los precios continuarán subiendo y el sector forestal mantendrá una demanda sostenida”, dijo a El Territorio, Hugo Escalada director del Instituto Forestal Provincial (Infopro).
Recuerda que el aislamiento social por la pandemia de coronavirus le dio al comercio online el impulso que le faltaba para imponerse como nuevo hábito de compra.
“El crecimiento que vemos en el e-commerce, significa una transformación acelerada de algo que venía ocurriendo de manera sostenida. Por eso, creo que el impulso que está viviendo el e-commerce es un cambio que llega para quedarse. La experiencia de compra en estos tiempos de excepcionalidad será clave para que los nuevos compradores adopten este canal de manera definitiva en su habitualidad”, puntualizó el director de Infopro.
El otro aspecto que genera buenas expectativas, es la demanda en el mundo, luego del primer parate total producto de la pandemia. De esta manera, se observa –por ejemplo- que la construcción de viviendas en Estados Unidos supera a lo que representaba la prepandemia, gracias al impulso que le está dando en tal sentido el presidente Joe Biden.
La recuperación del sector de la construcción de viviendas en Estados Unidos, se ubica en niveles que superan a los anteriores de la pandemia. Ello, gracias a los planes de estímulo del presidente del país del Norte, que lanzó en forma reciente un paquete de ayuda para construcción de viviendas a los sectores más desprotegidos y además, la persistencia de la pandemia llevó a la población a concretar reformas y con ello, se da el mayor consumo de madera.
Medios internacionales como El Economista de España, concluyen que se trata de un rally mayor incluso al que vive actualmente el bitcoin. “La cotización de la criptomoneda ha aumentado un 236,58% desde que en diciembre pasado superase la barrera de los US$ 20.000 y el viernes pasado cerró en US$ 56.180.
Durante el confinamiento de marzo de 2020, explica, los inversores se refugiaron en las materias primas frente a commodities como el petróleo o el gas, que sufrieron duras caídas en los mercados.
“Justo estábamos hablando de eso en Faima, es algo primero circunstancial por la alta demanda que hay producto de la pandemia, porque la gente hace más reformas y construyen más”, fue lo primero que expresó Román Queiroz presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima) al ser consultado del porqué de este fenómeno y en qué medida impacta en provincias como Misiones.
Además aclaró que se tratan de precios internacionales, estos repentinos e importantes incrementos en los precios.
“Esa suba de precios no repercute en el mercado interno, por eso es seductor el mercado externo porque tiene valores que seduce a los exportadores”, dijo.
El ingeniero forestal Guido Meza consideró lógico la escalada de precio que tuviera impacto, pero a su vez observó que se augura un ajuste importante, lo cual estimó podría ocurrir entre septiembre a octubre.
Ello, tras ratificar el incremento de demandas y precios internacionales.
Justamente Meza, maneja en detalle la operatoria internacional al ser un trader representante, como se conoce a quien se dedica a vincular comercialmente a las empresas productoras y ubicar sus productos en el exterior y cotizar los precios de las operaciones de ventas.
“En los contratos hechos hasta ahora en mediano plazo estamos bien”, afirmó Meza.
Sobre lo que puede venir observó: “Tampoco creo que sea tan importante y de golpe, sino paulatino de ir perdiendo precio hasta llegar a un grado de normalidad”.
Al repasar los costos indicó que se debe tener en cuenta el costo de la logística y otros gastos comerciales y a partir de allí definir cuál es el precio FOP (libre a bordo, por su sigla en inglés, free on board); es decir el exportador estima la demanda de trasladar la carga hasta el puerto acordado; podría ser desde Buenos Aires a destino donde se entrega la mercancía a bordo del barco.
De acuerdo a Meza, con el aumento internacional registrado “nosotros fuimos beneficiados con un 50 por ciento más de esos aumentos”.
Analiza que más adelante se podrían acomodar estos números, pero en baja y consideró importante tener presente ese dato, para ir haciendo los números a futuro cómo se trabaja en el comercio exterior.
A ello añade la dinámica del país y sobre todo la incertidumbre de cómo será el comportamiento del dólar. Lo cierto es que, detalló otro dato, ante este buen momento, “muchos aserraderos están aprovechando para invertir y adecuarse tecnológicamente para el futuro”.
Respecto a los porcentajes que tendrían impacto favorable de la disparada del precio internacional, también Diego Eskiviski, como vendedor de madera al exterior, estimó que “desde mitad de 2020 hasta ahora, se registraron aumento de precios en torno al 45% y 50% aproximadamente”. De esta manera concluyó que el sector se ve beneficiado con el citado aumento, que sorprende al mercado internacional.