Mientras mantiene líneas de embalaje de alimentos y la producción de papel higiénico y toallitas activas y consideradas como esenciales en el marco de la cuarentena obligatoria, la empresa Celulosa Argentina acaba de cerrar la venta de algunos de sus activos.
La compañía foresto-industrial, integrada desde el desarrollo forestal hasta la fabricación, comercialización y distribución de productos de valor agregado, obtuvo US$ 22,5 millones por la venta de tres de sus sociedades controladas y una serie de inmuebles por parte del grupo foresto-industrial austríaco SPS Walholding GmbH.
El acuerdo venía siendo negociado desde hace un año y fue oficializado durante esta jornada para la transferencia del 100% del paquete accionario de las sociedades Rudaco; TC Rey e Iviraretá.
También cedió varios inmuebles de su subsidiaria Forestadora Tapebicua en la localidad de Santo Tomé, uno de 2.974 hectáreas denominado Campo Unión y otro inmueble de 178 hectáreas, "Ñu Porá".
En cuanto al valor de transferencia del inmueble Unión será de US$ 2.077.683 y su vuelo forestal de otros US$ 2 millones. En lo que respecta al inmueble Ñu Porá, se vendió en US$ 266.723 y su vuelo forestal de otros US$ 155.594.
El precio por la transferencia de las acciones será de aproximadamente US$ 18 millones, sujeto a ciertos ajustes y deducciones vinculados al monto del capital de trabajo de las sociedades transferidas, al consumo de madera entre el 1 de enero del año pasado y el cierre de la operación, y al reembolso de ciertos créditos vinculados a la ley forestal 25.080.
Con el dinero recaudado y según fuentes de Celulosa Argentina, se reforzarán las principales actividades de la empresa como son las de salud e higiene, y además se ajustará la caja, mientras que otra parte de los fondos irá a cancelar deuda con el objetivo de mejorar el perfil productivo, financiero y económico de la compañía.
En diciembre del año pasado, la empresa había entrado en default técnico por no haber pagado los intereses de una serie de Obligaciones Negociables (ON) que había emitido.
Sin embargo, un mes después salió de esa situación financiera complicada, tras una colocación de deuda con la que logró la total conformidad de los acreedores remanentes y de esa forma completar el canje de sus ON y el pago de una deuda remanente por US$ 2,04 millones.
En una primera etapa, la compañía había abierto un canje voluntario para estas letras, que alcanzó un 91,77% de adhesión, pero se declaró en default al no poder pagar la deuda con quienes no ingresaron a la operatoria, con vencimiento el 5 de diciembre.
En esa ocasión, informó a la Bolsa porteña que reabrirá el canje, para sumar a inversores que habían quedado fuera del proceso. Ese trámite alcanzó una adhesión del 96,6% de los inversores que adquirieron un nuevo papel, amortizable en seis años, que no tuvo quita de capital o cambio de tasas.
Celulosa Argentina es una empresa que cotiza en la bolsa porteña y es controlada por Grupo Tapebicuá, una firma fundada por Douglas Albrecht, Collado y José Urtubey, vicepresidente de la UIA.