En este caso, el primer contenedor de 24 toneladas, partió el jueves de la semana pasada con destino a una reconocida distribuidora ubicada en la ciudad de Barracao (Estado de Paraná), cercana a Bernardo de Irigoyen y que luego llevará las frutas misioneras a los grandes centros de consumo como Curitiba, San Pablo y Rio de Janeiro.
La última exportación de naranjas y mandarinas de quintas misioneras, la realizó la CTM en el año 2008, logrando colocar en ese momento unas 400 toneladas.
Luego de esa operación volvieron a aparecer inconvenientes burocráticos en ambos países que imposibilitaron seguir con las ventas.
“Las mejores expectativas”
Carlos Satur, presidente de la cooperativa citrícola, de reciente creación, no ocultó su satisfacción por esta operación de la que auguró “sea sólo el comienzo de un nuevo tiempo para la comercialización de nuestra producción a un mercado tan cercano y por cierto conveniente, teniendo en cuenta la distancia”
“Nosotros”, agregó, “tuvimos un trabajo constante para su apertura, no solamente para vencer burocracia, sino también convencer a los clientes brasileños del buen producto que hacen nuestros asociados y de la posibilidad de mantener la regla que no es otra que la calidad, cantidad y continuidad”.