La creciente presencia de visitantes paraguayos no solo impulsa el comercio local, sino que también contribuye a la generación de empleo, expandiendo las oportunidades laborales en la ciudad. Los impactos económicos se extienden a todos los sectores, convirtiendo a Posadas en un epicentro de actividad financiera.
No se trata solo de compras, sino de una experiencia integral, ya que los visitantes paraguayos no solo llenan sus carritos en supermercados y mayoristas locales, sino que muchos de ellos también disfrutan de la variada oferta gastronómica y de ocio que ofrece la capital de Misiones. Esto genera a su vez un boca a boca positivo, con un efecto multiplicador, atrayendo a más compradores y consolidando el auge.
Los compradores paraguayos llegan a Posadas en diversos medios de transporte, ya sea en sus vehículos particulares como en colectivo o en el tren internacional. Por otro lado, los fines de semana los comercios posadeños son testigo de un aumento en la afluencia de compradores brasileños, contribuyendo aún más al dinamismo comercial de la ciudad.
Entre las preferencias de los compradores de los países vecinos destacan los supermercados y los mayoristas de la capital misionera, donde la diferencia cambiaria se traduce en ahorros significativos en alimentos y productos de limpieza.
Los comercios que ofrecen bebidas alcohólicas también experimentan un aumento en la demanda, ya que los precios en Posadas son aproximadamente la mitad de lo que pagarían en Paraguay y Brasil. Y lo mismo ocurre en comercios de los más variados rubros, que también se ven favorecidos por este boom.
Posadas se ha convertido así en un punto estratégico para el comercio transfronterizo, consolidando su posición como un destino atractivo para compradores de la región.