El sebo es uno de los derivados primarios de la transformación de los desechos frigoríficos. Su uso está principalmente orientado a la elaboración de productos con alto valor agregado como jabones de distintas calidades, grasas y margarinas refinadas, alimentos balanceados para mascotas, y otros.
Insuga realiza un plan de inversión consistente en Chaco, con siete años de expansión de base productiva, generando puestos de trabajos y ampliando la perspectiva: un plan para que en el primer cuatrimestre de este año se llegue a 70 empleos.
El ministro de Producción, Sebastián Lifton, detalló que en la planta se realiza procesamiento de remanente de procesos de frigoríficos locales que genera la producción de sebo bovino no comestible, harina de hueso y de carne. “Cada posibilidad de exportación cumple el objetivo de generar valor agregado y puestos de trabajos”, destacó.
El socio gerente de Insuga, Lucas Santoro, manifestó su satisfacción de contar con un cupo de exportación que les permita llevar sus productos al mundo. “Sabemos que para el Chaco tener una empresa exportadora es importante y eso no enorgullece”, expresó.
En esa línea aseguró que seguirán apostando al desarrollo de la planta en suelo chaqueño con nuevos proyectos de expansión: próximamente se inaugurará la planta de embalados de grasas; en octubre pasado se habilitó la nueva planta de elaboración de alimentos para mascotas: Insuga Pet Food División. Actualmente cuentan con un plantel de 40 personas trabajando que irá aumentando en el corto plazo.
Insuga transforma materiales desechos de frigoríficos en productos que se reintroducen en la cadena productiva, generando valor. Cuenta con laboratorios propios, oficinas administrativas, galpones para carga y descarga, mantenimiento, elaboración y depósitos, vestuarios, talleres y oficinas anexas; las cuales están correctamente adecuadas a la actividad industrial que realizan y a las normativas exigidas por SENASA.