Meses de preparación y la ilusión de ser parte de uno de los certámenes federales más relevantes en materia de ecología, medio ambiente y nuevas tecnologías fueron el motor para alumnos y profesores de la Escuela Técnica “Arquitecto Francisco Pinarolli”, de la ciudad de Goya, que el último fin de semana fueron parte del Desafío Eco YPF 2019.
Fue el resultado de un largo trabajo iniciado en cada escuela varios meses antes. A partir del mismo kit de elementos básicos –una batería, un motor, el volante, el manillar y las ruedas– los chicos, con ayuda de sus docentes, desarrollaron su propio auto eléctrico que debía cumplir ciertas reglas respecto del peso, las dimensiones y las características, establecidas por la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
La creatividad de los estudiantes quedó a la vista en la gran variedad de carrocerías, de motivos y colores muy vistosos, con nada para envidiarles a las curvas de un auto deportivo. Eso sí: la velocidad máxima de los coches es de 45 km/h.
Como una muestra del crecimiento que ha tenido desde que surgió hace cuatro años el Desafío Eco YPF, esta edición 2019 fue completamente federal; es decir que todas las provincias estuvieron representadas en la competencia. Para ello, fue fundamental el compromiso de la Fundación YPF, que, en alianza con el Instituto Nacional de Educación Tecnológica, premió con 24 becas a los mejores proyectos educativos de cada provincia. Además, este año se incorporó una novedad reglamentaria: todos los equipos debían contar con una mujer piloto. Y una de las pruebas consistió justamente en una carrera 100% femenina.
Cada escudería contó con seis miembros (tres pilotos y tres mecánicos) y, por reglamento, incluyó al menos una mujer. Aunque cada escuela recibió el mismo kit de armado inicial, al llegar el sábado al autódromo se sortearon de nuevo los motores y las baterías, para que nadie comenzara con ventajas. Todas las provincias del país dieron el presente: para muchos, fue su primera visita a la Capital Federal.