Bajo la coordinación del subsecretario de Industria de la Provincia, Edgar Benitez, se realizó un encuentro de trabajo entre técnicos de la cartera y de la consultora ambiental a cargo de formalizar el Proyecto Ejecutivo del futuro Parque Industrial de Curuzú Cuatiá. De esta manera, el Gobierno provincial avanza con los requisitos para la concreción del espacio destinado a concentrar a las industrias y ofrecerles a los inversores la infraestructura que requieren para operar adecuadamente.
“Con el equipo de la ingeniera Hilda Páez y junto al director de Promoción de Inversiones, Raúl Medina, y la jefa del Departamento de Parques y Áreas Industriales, Natalia Tatarinoff, revisamos el Estudio de Impacto Ambiental y los primeros avances del relevamiento para el Master Plan y futuros estudios de factibilidad técnica y económica”, dijo el subsecretario Benitez luego del encuentro.
El Estudio de Impacto Ambiental es uno de los requisitos previos más importantes para la habilitación de un parque industrial y se realiza bajo la supervisión del Instituto Correntino del Agua y el Ambiente (ICAA).
Cabe señalar que el futuro Parque Industrial de Curuzú Cuatiá se encuentra en estado de Proyecto Ejecutivo, cumplimentando todos los pasos para formar parte de La Red de Parques Industriales de Corrientes, un programa ideado y ejecutado por el Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio. Se trata de un predio de 70 hectáreas aproximadamente, ubicado en la zona sur de la ciudad, la cual ya fue definida como zona de actividades industriales en el Proyecto de Ordenamiento Territorial (POT).
“Contar con un Parque Industrial en Curuzú Cuatiá nos permitirá promover nuevas actividades en el sector industrial de la ciudad, fortalecer el vínculo público-privado y crear empleos para los curuzucuateños”, expresó Benitez.
Para Benitez uno de los puntos fuertes de la ciudad es su ubicación estratégica en el centro sur de la provincia y contar con un parque industrial la torna como destino atractivo para quienes en el futuro deseen invertir para agregar valor a aquellas actividades productivas que marcan un inicio en la provincia pero que se industrializan en otras zonas del país, como el caso de la madera con la posibilidad de instalar fábricas de muebles; en el caso del sector textil con la confección de prendas o bien el rubro agroalimentario.