Con una propuesta que pone en valor ingredientes regionales y saludables, la marca competirá en tres categorías distintas, destacando sus originales variedades: Corazón de Mamón y Corazón de Quinotos, ambos rellenos con dulces caseros típicos del noreste argentino. El diferencial: todos sus productos están elaborados con harina de algarroba, un ingrediente natural considerado por muchos como un superalimento por sus propiedades nutricionales.
La apuesta de Sandra va más allá de lo gourmet: elabora más de 20 variedades de alfajores y productos de pastelería que combinan tradición, creatividad y conciencia saludable. Aunque comenzó de manera totalmente artesanal, hoy Rico con Algarroba consolida su presencia en el mercado regional con una estrategia de ventas 100% digital, utilizando redes sociales como su principal canal de comercialización.
La llegada al Mundial del Alfajor representa no solo un logro para la marca, sino también una oportunidad de posicionar a Chaco en el mapa de los productos regionales con valor agregado. Y así, con corazón de fruta y visión emprendedora, Rico con Algarroba avanza en su camino desde el monte hacia las góndolas gourmet del país y más allá.