Esta cifra de ocupación hotelera se ubica dos o tres puntos por encima del mismo período del año anterior. En ese aspecto, la mayor parte de los visitantes provienen del ámbito nacional, mientras que un porcentaje significativo de turismo internacional incluye a brasileños, paraguayos, uruguayos, estadounidenses, europeos, concentrándose en localidades como San Ignacio e Iguazú.
Solo el caso del destino Cataratas del Iguazú, tuvo 77.207 visitantes que ingresaron durante estas dos primeras semanas del año. Lo que equivale a 18.576 turistas más comparados con el 2024.
Según datos oficiales, el flujo turístico se ve favorecido por la conectividad aérea, que ofrece entre 18 y 20 vuelos diarios en Puerto Iguazú y entre 4 y 5 vuelos en Posadas. Este nivel de conectividad facilita el acceso a los principales destinos y refuerza el flujo constante de visitantes.
Aparte de las tradicionales visitas a Cataratas del Iguazú y las Reducciones Jesuíticas, los turistas disfrutan de propuestas como glamping, lodges de selva y actividades al aire libre.
La provincia posee una diversidad de propuestas culturales que contribuyen a sostener el interés turístico durante todo el verano. Por ejemplo, mantiene una agenda de actividades recreativas que incluye astroturismo, senderismo nocturno, festivales populares y eventos deportivos, como el encuentro de kayak en Montecarlo. En paralelo, los balnearios, campings y atractivos urbanos como la costanera de Posadas presentan un flujo continuo de visitantes locales y extranjeros.