El proyecto arrancó como una forma de cubrir los gastos de la reserva natural que crearon Rosana y Roberto en su chacra, un lugar único rodeado por los arroyos Santo Pipó y Apepú. Al principio, la idea era sembrar verduras, pero ese sueño modesto fue creciendo hasta convertirse en un modelo de agroecología, innovación y respeto por el medioambiente.
Con el tiempo, la tierra mejoró, los ecosistemas se regeneraron y la producción de verduras frescas ganó popularidad. La demanda creció y, con ella, nuevos proyectos como la cría de gallinas, pollos, patos, conejos y codornices, ampliando la variedad de productos. Siguiendo su filosofía de «nada se desperdicia», empezaron a elaborar más de 60 productos envasados, como pickles y escabeches, todos hechos con ingredientes cultivados sin químicos.
Hoy, Las Gringas es el mayor productor de kale en Misiones, y también cultivan hongos nativos y flores comestibles. Además, tienen habilitaciones para la producción y faena de pequeños animales, asegurando calidad y trazabilidad en cada producto.
Su compromiso con el medio ambiente los lleva a participar en proyectos de reforestación, como Araucaria y Chachí, para devolver especies nativas al monte. Este año, Las Gringas planea seguir innovando, abrir una sala de productos regionales y recibir turistas en su chacra para disfrutar de la paz del monte. Rosana y Roberto invitan a la comunidad a sumarse a una «Gastronomía de KM 0», promoviendo una alimentación más saludable, equilibrada y sostenible.