A raíz de la supuesta detección de algunas partidas de cítricos argentinos con síntomas de lo que se conoce como “mancha negra”, la Unión Europea informó el cierre de importaciones de cítricos desde la Argentina. La medida afecta sensiblemente a la Cooperativa “San Francisco”, de Monte Caseros, que se dedica al empaque y exportación de naranjas y mandarinas, y que si bien no estaban vendiendo al viejo continente, consideran que la decisión impactará en una mayor oferta de frutas a los mercados que estaban abasteciendo, con la consecuente baja en los precios para su producto.
Según consignó el Senasa, la decisión de la UE se aplicaría a todo el mercado de frutas cítricas de la Argentina. “Lamentamos esta decisión que desoyó la solicitud hecha por Argentina de aplicar el concepto de regionalización, que resultaría procedente, el cual implicaba excluir de cualquier medida restrictiva a los cítricos dulces provenientes de la región NEA ya que no han tenido ninguna intercepción de la enfermedad y que es un principio que rige nuestra relación comercial bilateral de alimentos”, señaló un comunicado del servicio sanitario argentino.
En este aspecto, teniendo en cuenta la importancia que tiene la citricultura para la economía del departamento Monte Caseros, donde se encuentra la planta de empaque y exportación de la Cooperativa San Francisco, las consecuencias para esta empresa de la economía social podrían ser importantes.
Miguel Rosbaco, dirigente de la cooperativa que tiene sede en el paraje del mismo nombre, explicó que “desde hace algunos años no estamos exportando a Europa, ya que habíamos conseguido algunos mercados interesantes en Asia para colocar nuestra fruta”. No obstante, el dirigente y productor cacereño sostuvo que “la medida nos va a afectar a todos, porque al cerrarse Europa podría generarse una sobre-oferta en los otros mercados que podría hacer bajar los precios”.
Es una noticia muy mala para el sector citrícola argentino. Argentina es un muy fuerte exportador de limón, y en los últimos años bajaron las exportaciones de cítricos dulces, pero se siguen exportando. Cuando un mercado tan importante como Europa toma este tipo de medidas, complica no sólo al que exporta a Europa, porque ese volumen que ingresaba al mercado europeo, las empresas exportadoras lo tienen que direccionar a otros mercados, que se sobreofertan”, explicó el dirigente de la empresa cooperativa.
En este aspecto, Rosbaco sostuvo que “hay mucha fruta que incluso estaba en el mar, camino a Europa, y tuvieron que redireccionar los barcos a otros destinos. Con la redirección de esos envíos, sobreofertan los mercados que estábamos ocupando otros exportadores y eso tiene consecuencias negativas”.