Usaron fibras de una variedad única en la Argentina (desarrollada por el INTA) cuyo largo supera los 32 milímetros. Estos productos contarán con un código QR con toda la información del proceso productivo y se comercializarán bajo la marca Felpa (Fibra Extra Larga Pampa Argentina). Un logro de valor agregado que involucra a toda la cadena, desde el campo hasta la industria.
En el sitio Agroperfiles detallan que Mariano González (titular de la empresa de servicios agronómicos sustentables del Chaco, Halgon SAS) celebró la sinergia productiva de la articulación público-privada que involucra a todos los eslabones de la cadena, desde el campo hasta la industria.
A su vez, adelantó que las prendas tendrán en la etiqueta una semilla de la variedad de algodón para que quienes adquieran el producto planten un algodón, compartan las fotos y se ganen prendas.
La marca de moda de alta costura, Pato Pampa, es la encargada de confeccionar prendas distinguidas por su acabado perfecto, adelantó González quien no dudó en destacar que es una fibra muy suave al tacto y con un brillo único, con un muy buen comportamiento en el proceso de hilado y confección.
Por su parte, Juan José Bertolino (dueño de Buen corte S.A. quien produce la marca Pato Pampa), subrayó que el algodón argentino tiene un futuro muy importante y, puntualmente, Chaco tiene una oportunidad muy grande. En esta línea, aseguró que la fibra extralarga se comporta muy bien: “Es muy resistente, entonces, en los procesos de hilandería y tejeduría se le puede poner más tensión, porque lo soporta y con eso se logra una mejor calidad de tela, sin duda”.
“Es un proyecto que nos entusiasma mucho y va a ser muy beneficioso”, aseguró Bertolino y destacó la articulación con todos los eslabones de la cadena productiva, así como con los especialistas del INTA.
Según explicó Alex Montenegro (responsable del Laboratorio de fibra y semilla de algodón del INTA Sáenz Peña, Chaco), la variedad SP21 es el único algodón sembrado en nuestro país con estas características de fibra extralarga, excelente resistencia al estrés hídrico y con gran potencial genético en términos de productividad y calidad.
Por su parte, Mauricio Tcach (especialista del equipo de mejoramiento genético del INTA Sáenz Peña, Chaco) destacó el aporte científico a la industria textil nacional, ya que -según detalló- tendría un aporte muy positivo al ser una alternativa a la fibra que actualmente se importa de otros países, fundamentalmente Perú.
Según señalan en el portal Agroperfiles, ambos investigadores subrayan la importancia de la colaboración en este proyecto de empresas nacionales de confección, de insumos e hilanderías. Según reconocieron, este logro no sólo se destaca desde el punto de vista agronómico, sino también industrial. Para esto, los equipos técnicos trabajan con distintos actores de la cadena para lograr definir su mejor capacidad de hilado, tintura y acabado de la tela, así como la confección de la prenda terminada.
“Este proyecto impulsa a que el productor retome la cultura algodonera de la mano de un proceso de alta especialidad y especificidad en la que se vinculan directamente los dos extremos de la cadena: la moda y el productor”, señalaron los investigadores del INTA. A su vez, ponderaron que “este logro genera trabajo, industrialización y comercialización en la Argentina”.