La mejora de las condiciones financieras generó una reactivación en segmentos que estaban prácticamente paralizados: familias que esperaban mayor previsibilidad para endeudarse, inversores que regresaron a los activos inmobiliarios como refugio y propietarios que lograron cerrar operaciones que venían postergadas desde 2022–2023. El resultado fue un incremento en la liquidez de ciertos corredores urbanos y una recuperación de precios medidos en dólares billete.
Desarrollos en altura, frenados por costos y riesgo macro
Pese al repunte transaccional, la construcción en altura sigue siendo el punto más débil del ecosistema inmobiliario chaqueño. El aumento en los costos de obra (especialmente acero, cemento y mano de obra especializada) junto con la indexación mensual de materiales y contratos, continúa retrasando el inicio de nuevos proyectos.
Los desarrolladores aseguran que la falta de herramientas financieras (créditos a largo plazo, esquemas de prefinanciación o seguros que cubran variaciones de costos) limita la expansión de la oferta y concentra el movimiento en obras ya iniciadas. La coordinación entre sector público y privado se vuelve clave para destrabar inversiones en un segmento históricamente generador de empleo y actividad económica.
Valuaciones: cómo se forma hoy el precio de un inmueble
En el mercado de usados, la tasación se volvió cada vez más técnica y dependiente de variables cuantificables. Ubicación, calidad constructiva, estado de mantenimiento y cercanía a nodos de servicios son los factores que más inciden en la formación del precio.
La referencia en dólares continúa siendo el estándar operativo del sector, no solo como cobertura frente a la inflación en pesos, sino también como indicador homogéneo para estimar rendimientos futuros. Para los corredores, “tasar es un ejercicio de equilibrio entre expectativa del propietario, demanda real y comparables del mercado”, una tarea que requiere información precisa para evitar sobrevaluaciones que queden fuera de mercado.
Alquiler temporario: un activo en expansión para diversificar cartera
El crecimiento del alquiler temporario aparece como una oportunidad para inversores que buscan diversificar flujos de ingresos. La llegada de profesionales por proyectos, congresos, eventos deportivos y demanda corporativa elevó la ocupación y mejoró la rentabilidad frente al alquiler tradicional.
Sin embargo, los especialistas advierten que se trata de un segmento que exige gestión profesional: estándares de mantenimiento, control de huéspedes, cumplimiento normativo y administración transparente. Propietarios que operan sin acompañamiento suelen enfrentar riesgos contractuales y pérdidas operativas. Desde el sector recomiendan trabajar con corredores matriculados para maximizar la rentabilidad y reducir el riesgo patrimonial.