A la cabeza de organizaciones como la Fundación Gran Chaco y Comar, esta última que aglutina a más de 2000 artesanas del Gran Chaco, lograron lo que para muchas de las mujeres artesanas de la región era impensable: ver sus tejidos incorporados en la alta costura y la moda italiana.
“Por primera vez estamos presentando el trabajo de las comunidades ancestrales del Gran Chaco en Roma, son nuestros productos y artesanías y los estamos vendiendo en otros países”, hablaba tímidamente, pero emocionada, Norma Rodríguez, presidenta de la Cooperativa de Artesanas del Gran Chaco, en un contacto telefónico desde Roma Italia con un medio radial de Formosa.
La Comar estuvo presente junto con su diseñador Marcelo Senra, quien trabaja en conjunto con las artesanas wichí desde hace más de 20 años. Presentaron así las mejores prendas de chaguar que partieron a Italia para exponerlas e incorporarlas al mercado de la moda europea.
El evento es fruto de la iniciativa impulsada por el Instituto Italo-Latinoamericano (IILA), "Moda Gran Chaco y Caraguatá", que busca proteger los recursos naturales y empoderar a la mujer, una iniciativa que reunió a diseñadores latinoamericanos e italianos que convirtieron al chaguar en prendas de alta costura.
Pero, más allá de la moda y las piezas en chaguar, este trabajo busca a partir del fortalecimiento de sus organizaciones en el territorio, el empoderamiento de la mujer indígena, que a través de estas manifestaciones artísticas y la apertura de un mercado, están enriqueciendo y preservando su cultura milenaria.
Conservar y poner en valor los recursos naturales que otorga el Gran Chaco y frenar la deforestación es otro de los mensajes que transmite y lleva esta iniciativa, ya que el trabajo de cada pieza va en comunión con el ecosistema de la región y se alimenta del monte chaqueño.
En la búsqueda de fortalecer y mantener este arte, las mujeres indígenas han encontrado nuevas formas naturales de innovar los tintes y tejidos para adecuarse a un mercado más amplio, pero sin perder esencia.
Después de casi veinte años, no sólo Italia se interesa por esta zona, sino también la Unión Europea, con su delegación en Argentina, que apoya el desarrollo y la puesta en valor de la región del Gran Chaco con diversos proyectos.
Empresas mundiales como Samsung, Unilever, Microsoft forman parte de una red de instituciones y aliados a los que se suman institutos de investigación e innovación que están trabajando y cocreando con las mujeres alternativas y soluciones a los desafíos de cada emprendimiento.
El Gran Chaco representa la segunda selva más grande de América Latina después de la Amazonia, con una extensión de aproximadamente un millón de kilómetros cuadrados en cuatro países, Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil, donde habitan más de 40 poblaciones indígenas diferentes que mantienen su lengua y su cultura a través de los años. Esta riqueza ambiental y cultural representa una oportunidad para las poblaciones locales y para los mercados internacionales para buscar resolver los problemas de la pobreza y crisis climáticas.