La demanda de productos orgánicos crece sin parar en todo el mundo, lo que estimula a cada vez más agricultores y ganaderos a aplicar las buenas prácticas de salud medioambiental y bienestar animal.
Para la productora avícola-ganadera Cynthia Kaplan (de la zona rural de General San Martín), la alimentación orgánica se ha convertido en una aliada del desarrollo sostenible, junto a su marido, son productores agroecológicos, “los que hacemos este tipo de producciones estamos en transición permanente porque tratamos de cambiar nuestros sistemas dependiendo en la menor medida de insumos externos. Es más fácil en escalas chicas, pero es posible en escalas mayores”, explica en entrevista con Agroperfiles.
También aclara que la calidad de vida impacta en el estrés del producto ya sea un huevo o un animal. “No hay vuelta atrás para quienes se acostumbraron a consumir nuestra producción de huevos porque hay nutrientes, mayor concentración de vitaminas, menos colesterol en la yema y todo eso repercute en el sabor y en la calidad del producto. Las gallinas libres de jaula producen huevos de mejor calidad”, sostiene.
El sistema de gallinas libres de jaula respeta los ciclos naturales, no solo porque les permite correr, pastar, comer bichos y hacerse baños de tierra, sino que también respeta los tiempos de postura y muda de plumas, no se realiza estimulación con luz artificial, no viven en ambientes estresantes y por ello no sufren enfermedades, y sobre todo, no utilizan antibióticos ni antiparasitarios
La producción sustentable y orgánica es un tema de mucha importancia en Argentina y en los países subdesarrollados.