En una nueva edición del Consejo Asesor Regional del NEA, la iniciativa que promueve el intercambio público-privado sobre las principales demandas de cada sector estratégico regional, referentes del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), funcionarios provinciales, representantes de cámaras sectoriales y empresarios de las provincias de Corrientes, Misiones, Formosa y Chaco se reunieron y pusieron en común los avances en las tres principales líneas de trabajo de la región: mejora de la productividad y competitividad de la forestoindustria, industrialización del sector cárnico y modernización de procesos en el sector yerbatero.
Al inicio de la jornada, el subsecretario de Industria del Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio de Corrientes, Edgar Benítez, celebró esta instancia de cooperación multisectorial y definió al INTI como “un socio estratégico en materia de desarrollo industrial de la provincia”. En esa línea, los funcionarios Sebastián Lifton, ministro de Producción, Industria y Empleo de Chaco; Nicolás Trevisán, ministro de Industria de Misiones, y Julio René Araoz, secretario de Ciencia y Tecnología de Formosa, expusieron los diversos aspectos en que la articulación con el organismo tecnológico potenció las capacidades de los ecosistemas productivos provinciales.
Por su parte, el presidente del INTI, Ruben Geneyro, destacó que las capacidades del Instituto están disponibles para toda la plataforma productiva a nivel federal y que la construcción de una agenda conjunta es vital para que dichos servicios y tecnologías se puedan traducir en desarrollo y creación de valor. “El INTI está a disposición del entramado productivo del país, por eso nos estamos sentando en estas mesas a discutir cuál es la agenda de futuro”, indicó.
En este segundo encuentro, los referentes de cada mesa de trabajo pusieron en común un diagnóstico de cada sector productivo involucrado y delinearon las principales líneas de acción a implementar en la región con el fin de mejorar la competitividad, sustentabilidad y expansión comercial de cada uno de ellos, en todas las partes que intervienen en su cadena de valor.
Con relación a la industria forestal, uno de los referentes que tomó la palabra fue Gustavo Cetrángolo, socio de la firma Agroforestal Oberá SRL de la localidad de Ituzaingó, Corrientes, una de las tres empresas dedicadas a la producción de derivados químicos de resina de pino elliotti. El empresario destacó el protagonismo de esta industria para su provincia, cuyas firmas referentes exportan cerca de US$ 40 millones al año y emplean alrededor de 2.000 personas en toda su cadena de valor.
En relación a la transferencia de tecnología, Cetrángolo valoró la oportunidad de intercambio con el sector académico y tecnológico para el desarrollo de procesos y de ingeniería de detalle con alto valor agregado. “En nuestro caso -expresó- contar con un personal capacitado y especializado a nivel internacional nos permitió desarrollar ingenierías químicas de proceso que, de no contar con el INTI, se tendría que haber contratado en el exterior”.
A su turno, el ingeniero David Lory, integrante de la empresa Lory Máquinas de Oberá, Misiones, enumeró los beneficios de haber recibido asistencia técnica en materia de planificación comercial, optimización de flujo de trabajo e implementación de tecnologías de gestión, y las ventajas competitivas de reinvertir en I+D.
Su empresa se dedica principalmente a la fabricación de cosechadoras de té, yerba mate y tabaco, pero también produce suplementos para equipos de diverso tipo gracias a su incorporación de un espacio para el prototipado de productos en su planta. El acompañamiento del INTI en el proceso de mejora permitió un aumento exponencial en las ventas acompañada de una reducción en los tiempos de trabajo, y la apertura de nuevos nichos de mercado tanto locales como internacionales.