Los productores de la Cooperativa Desafíos Productivos de Colonia Benítez se preparan para abastecer a la multinacional láctea Danone.
Se busca garantizar volumen de frutillas producido y alta calidad de las mismas dado que existe un convenio vigente entre la empresa Danone, el gobierno provincial y la Cooperativa Desafíos Productivos.
Roberto Gillard, asesor técnico de la cooperativa, comentó la actividad productiva provincial en diálogo con el programa radial “La Hora del Agrotécnico” y comento que la frutilla es la vidriera de todos los productos que están y que se ofrecen, es el que llama la atención a los consumidores. Tiene un papel importante porque atrae a la gente: “Aconsejamos a los productores la diversificación. El productor debe tener de todo un poco”, destacó.
Gillard afirmó que la frutilla es un cultivo altamente intensivo, con mucha tecnología incorporada y el crecimiento en cantidad de plantas es progresivo. Es un cultivo de invierno porque necesita acumular horas de frío y es de ciclo largo porque dura seis meses, desde fines de abril que se planta hasta fines de noviembre que se termina de cosechar. Luego de la plantación, a los 60 días la planta comienza a dar las primeras frutas.
En el Chaco la zona productora de frutillas se concentra en la zona este de la provincia, con eje en Colonia Benítez, desde hace 15 años. La primera prueba se hizo en el campo del productor Luis Pizza en una pequeña superficie con 2000 plantas que sirvió para arrancar con la producción de frutillas y contagiar a otros productores. Fue así que el proyecto nació en Colonia Benítez, pero el trabajo ya se extiende a otras localidades con productores en Puerto Tirol, Makallé, Laguna Blanca, Margarita Belén, Presidencia de la Plaza y también en la zona de General San Martín, Tres Isletas, Castelli, Coronel Du Graty donde se está ajustando la logística dado que se encuentran a mayor distancia y se debe asegurar que el producto llegue bien a destino. “Actualmente estamos trabajando con productores que ya tienen experiencia y vienen plantando el cultivo hace varios años”, señaló.
Los plantines de frutilla llegan a la provincia procedente de Neuquén, porque la planta necesita muchas horas de frío para madurar, durante la etapa joven. “Si no tiene esas horas, la potencialidad de producción es muy baja. Por eso, todos los años tenemos que comprar los plantines en esa zona y plantarlos a mediados de abril. La planta tiene que almacenar frío, de 4 grados para abajo”, informó. Desde Neuquén hasta el Chaco, los plantines llegan en transportes refrigerados: “La planta debe venir y estar con frío hasta que se implanta, porque con el frío viene en estado de latencia y no tira hojas. Debe mantenerse así hasta tocar el suelo”, dijo.
La estrategia de comercialización es que un 60% del total de la producción, en los primeros tres o cuatro meses, son ventas para el mercado fresco. Después viene la etapa de industrialización, porque la demanda para el consumo fresco y los precios bajan, y la industria comienza a trabajar allí con mayor intensidad.
Las frutillas lavadas y congeladas se venden en cualquier época del año ya que aguantan mucho tiempo.
Por cada hectárea se puede obtener una producción de 40 mil kilos, teniendo en cuenta que una planta produce, como mínimo 500 gramos de frutas y, como máximo, 1,200 kg. En una hectárea hay 50 mil plantas. Se espera obtener una buena cosecha este 2022 en las diez hectáreas que se implantaron en el Chaco.