Con más de 20 años de experiencia en el rubro, Waldo Heffner, fundador de la compañía, impulsa este emprendimiento sobre tres pilares clave: tecnología propia, producción sustentable y trazabilidad total de la materia prima.
La fábrica utiliza tecnología desarrollada internamente, basada en técnicas de destilación por arrastre de vapor y purificación por deshidratación al vacío, lo que permite obtener aceites esenciales de alta calidad, aptos para uso cosmético, farmacéutico y terapéutico.
Todo el proceso productivo cumple con los estándares internacionales requeridos para exportación. Esto incluye la certificación CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas), así como la validación ambiental de organismos nacionales y provinciales.
“El enfoque de Heffner Oil es asegurar una producción que no solo cumpla con las exigencias del mercado internacional, sino que lo haga con respeto absoluto por el medio ambiente y los recursos nativos”, explicó el empresario.
Potencial exportador y desarrollo regional
El proyecto se enmarca dentro de una estrategia de crecimiento con impacto regional. En su fase inicial, ya genera empleo directo y prevé aumentar su plantilla a medida que escale la producción y se abran nuevos mercados. Además, cuenta con beneficios industriales y fiscales que favorecen la inversión productiva en la provincia.
Las autoridades provinciales acompañan con infraestructura básica como energía y agua, además de incentivos como exenciones de ingresos brutos y reintegros de inversión.
Un producto con identidad chaqueña y mirada global
El palo santo (Bursera graveolens), nativo de Sudamérica, es altamente valorado en mercados internacionales por sus propiedades aromáticas y medicinales. Con esta nueva planta, Chaco se posiciona como un referente en la producción sustentable de aceites esenciales, sumando valor agregado local a un recurso natural de alto interés global.