Con el remate del inmueble pautado para el 23 de marzo, la Justicia correntina escribirá uno de los últimos capítulos de la historia de Calimboy, una arrocera con sede en Entre Ríos y Buenos Aires que supo ser la más importante de la actividad en el país y será subastada con un valor de base muy inferior a lo que supo cotizar.
Según consigna el diario El Litoral, el propietario de la empresa, José Alberto Grané, apeló la decisión judicial pero la quiebra y el remate fueron ratificados en 2012. Tal era el interés que generaba el emprendimiento que generó inversiones del príncipe Hans Adam II, jefe de estado de Liechtenstein, quien visitó en 2007 esos campos.
El vínculo entre el príncipe europeo y la arrocera correntina tuvo un momento presencial en 2007 cuando llegó para asistir a la cosecha del primer lote de arroz orgánico producido con un híbrido de la empresa Ricetec, propiedad de ese pequeño principado europeo. Ahora, fuertemente golpeada por la economía y sin los aportes de los euros provenientes de Liechtenstein, la compañía tiene a su propiedad en una subasta que se hará por videoconferencia el 23 de marzo a las 9, con una base de $ 10 millones.
La firma cuenta con tres hectáreas de campo ubicadas en Itá Ibaté, que incluyen oficinas e instalaciones para el acopio arrocero, que permiten el secado y almacenamiento de granos. Cuenta con 4 silos de arroz húmedo y 2 silos para enfriamiento, que se encuentran detrás de 3 secadoras y luego 6 silos de depósito de 500 toneladas cada uno y 5 secadoras, con una capacidad de 6.500 toneladas cada uno.
La arrocera empleó hasta 2007 a 50 correntinos. Pero la compañía, con sede en Entre Ríos y Capital Federal, debió enfrentar una crisis y no pudo saldar deudas con sus acreedores. La crisis derivó en la quiebra de la compañía, decretada en 2019 cuando en subasta pública se ofreció la planta a $ 130 millones. Ahora, el remate se hará en $ 10 millones.
Calimboy llegó a concentrar la mayor área sembrada por una empresa, con 13.000 hectáreas. Y fue el primer productor de ese grano en la Argentina, con 70.000 toneladas anuales, lo que representaba en 2007, el 20 por ciento de la totalidad de lo que se produce en el país.