“A pesar de que la matrícula de nuestro nivel secundario creció, como también lo hizo la cantidad de egresados, es necesario que ese crecimiento sea equitativo y no distinga por el nivel socioeconómico de nuestros estudiantes”, indica Alieto Guadagni, director del Centro de Estudios de la Educación Argentina (CEA) de la Universidad de Belgrano.
Incluso, el análisis difiere cuando se enfoca en cada uno de los distritos de nuestro país. Por ejemplo, La Rioja graduó al 58% de sus alumnos secundarios en el lapso estudiado; la ciudad de Buenos Aires lo hizo con el 54%, y San Luis, con el 52%. Mientras tanto, en Santa Fe esa cifra fue de apenas 31%; en Santa Cruz de 35%, y en Salta de 36%.
En el caso de la provincia de Corrientes, por un lado, egresan sólo el 45% de quienes ingresaron al secundario, siendo el 41% egresados de escuelas públicas y 71% de escuelas privadas. Por otro lado, en la provincia de Misiones, egresan sólo el 37% de quienes ingresaron al secundario, siendo el 31% egresados de escuelas públicas y el 67% de escuelas privadas.
Si se presta atención a las cifras relativas a los diferentes sistemas de gestión, es notable que, en todas las jurisdicciones, las escuelas de gestión privada muestran una mayor relación entre graduados secundarios e ingresantes, respecto de las escuelas de gestión estatal. La comparación más extrema se da entre el 88% de los estudiantes graduados por las escuelas privadas de San Luis y el 24% de los correspondientes a las escuelas estatales de la provincia de Santa Fe.
“Es necesario eliminar las diferencias respecto de la cantidad de estudiantes que comienzan y culminan el nivel secundario en el tiempo esperado, además de garantizar la calidad de su nivel de conocimiento. De esta manera, se producirá un importante avance hacia la justicia social y la igualdad de oportunidades, favoreciendo así la disminución de nuestra pobreza”, completa el director del CEA.