Hoy, Código Cerveza es un negocio sustentable, con más de siete años de presencia en el mercado, que busca transformarse en un producto “exportable” a todo el país para generar más y nuevos emprendedores.
Llegar a un puesto gerencial de una multinacional puede ser el gran objetivo de muchos profesionales que proyectan su carrera, sobre todo, de aquellos que se dedican al marketing y a la publicidad. Estas áreas suelen ser tenidas muy en cuenta en las grandes empresas con capacidad para fuertes inversiones y proyectos. Pero no todo es color de rosas en la vida laboral de las corporaciones. Así como aporta conocimiento, experiencia, relaciones y dinero, trabajar en una compañía también tiene su lado “oscuro”.
Y así fue la historia Guillermo Poujade (45), un joven posadeño, que luego de terminar sus estudios en publicidad tuvo la oportunidad de ingresar a trabajar con un cargo promisorio en una reconocida empresa multinacional estadounidense de tecnología y consultoría con sede Nueva York. Con muchos años de esfuerzo y dedicación, Guillermo llegó a ocupar el puesto de Gerente Regional para América Latina, lo que le permitió tener un gran desarrollo profesional y relacionarse con sus colegas de todos los países de la región. El éxito estaba asegurado.
Sin embargo, algo no estaba bien. La vida agitada de Capital Federal, los viajes permanentes de trabajo, el estricto cumplimiento de horarios y sobretodo la limitación de tiempos para la vida familiar comenzaron a pesar cada vez más en la vida de Guillermo. La idea de dejar todo por y para una corporación lo llevó al planteamiento cada vez más recurrente de una generación: ¿qué es lo que quiero para mi vida? El espíritu emprendedor había nacido.
Todos estos motivos llevaron a este posadeño a renunciar formalmente al tan idolatrado trabajo, volver a sus pagos con su familia y comenzar una nueva vida.
Del Bar en la Playa al Negocio Sustentable
Además de ser Lic. en Publicidad con posgrado en Marketing Estratégico, Guillermo Poujade también es músico. Y en este abanico de formación, gustos y experiencia, las ideas sobre qué emprender en Posadas eran muy variadas. La fantasía de dejarlo todo y poner un bar en la playa siempre estuvo presente, como suele suceder, pero como conocedor de los negocios estaba claro que ese no era el camino.
“Sabía que tenía que vincular mi nuevo proyecto con la música, el marketing, en fin, con algo que me apasione. Empecé a buscar y surgió la idea de crear salas de ensayo con un concepto pero por diversas cuestiones no lo pude implementar. Después, fui para el lado del vino, algo bastante conocido por todos, pero luego me di cuenta que ese mercado ya estaba saturado en la ciudad. Hasta que un día, se me prendió la lamparita y la cabeza se me fue para el lado de la cerveza. Y ahí sí, nace la idea de crear la primer cerveteca del país”, relata Poujade.
El desarrollo del plan de negocio llevó un año de investigación, encuestas, diseño del concepto, logo, misión, visión y todo lo que implica llevar a cabo una nueva empresa. “Al trabajar en relación de dependencia, estaba muy encerrado en los procesos laborales de la compañía que trabajaba. Con el tiempo, me di cuenta que para emprender es indispensable el día a día de la calle, la magnitud cambia”, recuerda Poujade sobre los inicios de su cerveteca.
Luego de atravesar varios meses de trabajo, realizando los ajustes necesarios y superando los diversos obstáculos que surgían en el proceso, llegó el momento tan esperado. En julio de 2010 se inauguró formalmente en el centro de la ciudad de Posadas, Código Cerveza, el primer local de cervezas del país. El sueño se había cumplido.
La apertura del local fue un éxito. El desarrollo de un emprendimiento con un concepto novedoso en la región llamó la atención y rápidamente se fue conformando una cartera de clientes que se fidelizó con la marca.
Movilizado por esta sorprendente respuesta, Guillermo siguió sus impulsos y decidió abrir un nuevo local de cervezas en una de las plazas turísticas más importantes del país, la ciudad de Puerto Iguazú. Si todo había funcionado más que bien en Posadas, era impensable que sucediera lo contrario. Sin embargo, los errores de gestión y el desconocimiento del mercado turístico de la zona llevaron, luego de tres años de funcionamiento, la sucursal de Código Cerveza en Iguazú cerró sus puertas.
“Es bueno asumir el fracaso. Cuando pasa el tiempo es un capital muy grande. El ser emprendedor, especialmente en este país, es un aprendizaje de todos los días, requiere constancia, profesionalismo y dedicación, tanto o más que cualquier otro trabajo”, reflexiona Guillermo Poujade.
Dar el Salto
Luego de siete años de funcionamiento de manera ininterrumpida y con un crecimiento económico en ascenso, Código Cerveza decidió ir un poco más allá que la mera venta de cervezas. El espíritu emprendedor, sumado a la capacidad de atender las demandas de los clientes llevaron a la implementación de nuevos servicios con una impronta innovadora para Misiones.
De esta manera, además de la venta al público de una enorme cantidad de marcas de cervezas nacionales e importadas, se convirtió en un lugar para el encuentro después del trabajo a partir de acondicionar un espacio para su degustación. “Acá viene mucha gente para la reunión del día de semana, lo que en Buenos Aires se conoce como el after office”, señala Poujade, quien armó su emprendimiento pensando en la experiencia del consumidor y no solo el producto en sí.
Por otra parte, además de la venta al público directa, se incorporó una nueva estrategia comercial como es la venta on line de productos a través de la página web. Allí se puede adquirir cualquiera de los productos que están a la venta desde cualquier parte de la Argentina.
Código Cerveza en números
- 7 años de presencia en el mercado
- 3 empleados
- 5 millones de pesos en 2016 de facturación
- 250 variedades de cerveza entre nacionales e internacionales