Venían de compartir espacios académicos y fiestas en los 90’s. Venían de hacer catarsis sobre sus primeros pasos e insatisfacciones de la vida laboral. Un día decidieron compartir proyectos, alternando su trabajo en relación de dependencia. Rápidamente se dieron cuenta que un emprendimiento así requería otro nivel de compromiso y dedicación. A pesar de la incertidumbre, ambos renunciaron a sus puestos y formalizaron esta relación, que no sólo les insumía cada vez más tiempo, sino toda su energía y entusiasmo.
“Jorge Chamas fue nuestro mecenas y primer cliente, nos prestó una oficina en Latinaguas y una línea telefónica. Trajimos escritorios, sillas, plantas, cafetera y tazas de nuestra casa”, recuerdan con nostalgia.
Si bien Tania y Joaquín fueron los fundadores, poco tiempo después se incorporó un amigo, Aníbal Gronda, aportando su experiencia en gestión institucional y, en la última década, Pablo Cervi, con vasta trayectoria corporativa. A lo largo de 20 años se sumaron mentores, profesionales, aliados estratégicos, docentes y estudiantes. Todos con distinta formación, experiencia y perfiles, pero con un denominador común: capacidad y pasión.
En 2008, el destino quiso que Joaquín dejara el plano terrenal, repentina e inesperadamente, a los 31 años. Eso significó un punto de inflexión para Prolatina y sus integrantes. ¿Cerrar o continuar?
“Analía Montero, Patricia Malgor, Rafa González, oficiaron de consejeros, nos prestaron el hombro y nos ayudaron a pensar. También los amigos y la familia fueron un pilar fundamental en esa etapa”, mencionan con agradecimiento.
Tanto por convicción como en honor a aquel sueño compartido, la decisión fue seguir adelante. No fue fácil, hubo que experimentar la resiliencia como equipo y un fuerte proceso de reconversión, como suelen transitar los clientes y organizaciones.
“La universidad nos hizo amigos, el trabajo nos convirtió en socios, el corazón nos unió como hermanos”, dijo Tania Yedro recordando a Joaquín.
Prolatina hace “consultoría a medida”. Articulando información, conocimiento y creatividad para resolver desafíos de gestión. Son un equipo poniendo en terreno formación y experiencia. Se involucran a la par del cliente para que alcance su máximo potencial. Se especializan en:
- Sustentabilidad empresarial: Gestión con foco en eficiencia y rentabilidad.
- Negocios al mundo: Procesos de internacionalización.
- Políticas Públicas: Planes, programas y proyectos sectoriales de alto impacto.
El radio de influencia directa de la empresa es la región del NEA, pero también lideran y/o acompañan proyectos en otras provincias y en el exterior.
El tener una estructura flexible, les permite contar con los mejores perfiles (en calidad y cantidad) sumando especialistas según la necesidad de cada proyecto. “Nuestro “core” está en la conducción de equipos inter y multidisciplinarios, que nos permiten pensar los problemas desde perspectivas complejas, con un abordaje holístico”, explica Tania.
A corto plazo, buscan acompañar a las empresas e instituciones con soluciones a medida, construir relaciones trascendentes e intentar superar las expectativas. Brindan un servicio, que se hace tangible a través de los resultados.
Desde la empresa comentan que los moviliza ser parte de proyectos innovadores y trascendentes, que creen valor económico y social a nivel regional. Anhelan sembrar una semilla que promueva el talento. Ser referentes en la comunidad por ética y cumplimiento.
“Nuestro know how es ayudar a tomar decisiones en coyunturas complejas, con datos insuficientes y ante escenarios imprevisibles. Estamos orgullosos del camino recorrido y agradecidos con nuestros clientes por confiar en nosotros y transitar juntos estos 20 años”.