Esta iniciativa surge de buscar nuevas vías de aprovechamiento al hidrógeno verde producido por la planta piloto “H2 Hidrógeno Misiones”, un proyecto escalable que busca sumar nuevos socios y colaboradores para incorporar desarrollos y aplicaciones para el uso del hidrógeno generado.
Dentro de sus potencialidades se estudia su uso comercial y doméstico a nivel nacional con redes autónomas de gas, como apuesta de movilidad limpia para vehículos industriales y comerciales y para la generación de subproductos derivados para su uso agroindustrial.
En ese sentido, Christian Piatti, presidente del Parque Industrial y de la Innovación de Posadas, contó que «el próximo paso acá es utilizarlo en mezcla para formar amoníaco, que en este caso también sería amoníaco verde«.
El amoníaco es un poderoso fertilizante utilizado a nivel mundial, es altamente soluble en agua y por eso es apto para el uso como fertilizante y actualmente hay un mercado internacional que ya está pidiendo amoniaco verde, esto trae una ventaja al usar el amoniaco verde para estas empresas multinacionales que tienen un producto que se genera a partir de energías renovables y eso le da una certificación y una distinción que muchas empresas están buscando.
El Parque Industrial está trabajando con una consultora europea que está analizando el mercado de consumo mundial de amoníaco verde, la idea es ver qué inversión hace falta en la provincia de Misiones para producir amoniaco verde y exportarlo.
El programa LCBA es una plataforma de negocios B2B de la Unión Europea que apoya proyectos verdes que requieren la incorporación de servicios o tecnología de punta europea, y en este caso, se sumó al proyecto H2 Hidrógeno Misiones en su fase de detección de necesidades y búsqueda de socios tecnológicos.
El amoniaco verde se convirtió en un valioso aliado de la descarbonización, por su proceso de producción renovable, y en un producto de gran atractivo por sus múltiples aplicaciones comerciales y volumen de negocio que puede generar.
Se calcula que el mercado del amoniaco convencional produce industrialmente cada año 180 millones de toneladas, casi la misma cantidad que produce la naturaleza, y reducir las emisiones de CO2 que derivan de su fabricación es esencial para cumplir con las metas climáticas de los países.
Por su parte, el ministro consejero de la Delegación de la Unión Europea en Argentina, Jorg Weberndorfer, dijo que es un honor apoyar un proyecto pionero en una alternativa energética incipiente que va a marcar el curso de la descarbonización.