Si bien Cerro Azul es una ciudad chica tiene una amplia zona rural, cuenta con varios aserraderos y actividades económicas que dependen de la energía eléctrica para poder realizarse y cuya demanda se encuentra insatisfecha por la potencia energética ofertada desde hace varios años, no solamente para poder mejorar la industria y el comercio local, simplemente para que puedan funcionar.
Esto se nota especialmente en épocas de calor, cuando aumenta el consumo eléctrico y en los domicilios los acondicionadores de aire, las heladeras, las máquinas de los aserraderos, los equipos de refrigeración de los supermercados, las bombas de la cooperativa de agua, entre otros, dejan de funcionar por baja tensión o cortes en el suministro con el riesgo, muchas veces concretado, de que se quemen.
Tras la crisis de 2001/2002 la población cerroazuleña y la actividad económica tuvieron un notorio aumento y su correlato con el incremento de la demanda de electricidad, que el sistema actual es incapaz de suministrar.
Durante su experiencia en obras públicas de la Municipalidad y luego al frente del Concejo Deliberante, Gaspar Dudek realizó un estudio interdisciplinario de la problemática que lo llevaría a gestionar, apenas iniciado su primer mandato como intendente, algo que pudiese brindar una solución local en el marco de las energías renovables, de lo que “surgió este proyecto de una usina que utilice los residuos forestales de la zona, alimentando una caldera de vapor de agua que mueve un gran generador de electricidad”, recordó.
Este proyecto “fue licitado por el Ministerio de Energía de la Nación y adjudicado a la firma santafesina Molino Matilde y aprobado en audiencia pública” en 2017. El titular de la firma, Ingeniero René Mangiaterra decidió igualmente continuarlo tras el alejamiento de sus socios inversores como consecuencia de la disparada del dólar en 2018, agregó Dudek.
La usina que generará electricidad a partir de biomasa comenzó a construirse en agosto de 2019, en el kilómetro 834 de la Ruta nacional 14, con tecnología amigable para el medioambiente.
En principio estaba previsto que comenzase a generar en agosto del año pasado pero se retrasó por consecuencia de los efectos de la pandemia, en septiembre llegaron las turbinas y actualmente se encuentra en su etapa final de prueba y puesta en marcha, para generar 3,5 megavatios por hora y abastecer primero a Cerro Azul.